23 Ago 2020
12:42 PM
Esposo de Kimberly Reyes se vengó por broma donde salió trasquilado
El esposo de la actriz no dudó en cobrarse el cambio de look que ella le realizó mientras dormía.
Kimberly Reyes y su esposo Federico Severini se han convertido en los protagonistas de diferentes noticias debido a las constantes bromas que se han hecho durante la temporada de aislamiento. Cada uno ha utilizado su ingenio para molestar al otro y sacarle algunas sonrisas a sus seguidores de redes sociales.
Días atrás, la actriz de ‘Diomedes, el Cacique de la Junta’ aprovechó que su esposo estaba durmiendo y quiso cobrarse otros malos ratos que le hizo pasar en el pasado. Tomó una máquina y rapó a Severini en uno de los lados de su cabeza.
Este juego se convirtió en una advertencia de Federico, que no dudó en dejarle el precedente a su esposa de que su venganza sería más fuerte y que no quería “lágrimas” después.
Lea también: ¿Se pasó? Kimberly Reyes le jugó una pesada broma a su esposo
Recientemente, Severini utilizó su cuenta oficial de Instagram para compartir el plan que tenía para cobrarse el cambio de look forzado que le tocó hacerse por la broma de la artista. Federico hace unas tomas del baño y se logra escuchar a Reyes tomando una ducha.
“Te tengo preparada una sorpresita. Vamos a retrasarle un poco el bañito”, expresa el esposo de la artista, mientras muestra una caja de maizena y sonríe a la cámara.
En el siguiente fragmento, Federico sorprende a Kimberly y le lanza la bolsa de la fécula de maíz encima, mientras ella estaba en toalla. El empresario asegura que esta guerra de bromas continúa a pesar de que ella indica que están a mano.
Le puede interesar: Divertida reacción del esposo de Kimberly Reyes a broma que le jugó en video
La actriz se queja y muestra su incomodidad por este suceso, ya que se había estado aplicando un tratamiento y realizando un baño especial. Entre risas, Severini se burla y le dice que tendrá que tomar un baño de nuevo.
Algunos usuarios de Instagram indicaron que esta clase de bromas podían terminar con la relación, mientras otros halagaron la complicidad que existe entre ambos.
