La detención de un médico y un kinesiterapeuta del equipo Arkéa-Samsic continuaba este martes en el marco de una investigación preliminar abierta por sospechas de dopaje en el Tour de Francia de ciclismo, anunció la fiscalía de Marsella.
"En este momento, sigue la detención y los interrogatorios continúan su curso", declaró la fiscal Dominique Laurens en un comunicado difundido al inicio de la noche del martes, precisando que ciclistas del equipo habían testificado el lunes.
La magistrada había anunciado el lunes la apertura de una investigación preliminar, hablando del descubrimiento de "varios productos de salud, incluidos medicamentos entre sus pertenencias personales, pero también, y sobre todo, un método que podría ser calificado de dopante".
Lea también: Rigoberto Urán habló de lo que le faltó a Colombia en el Tour de Francia
Según precisiones suministradas a la AFP por una fuente próxima al caso, confirmando informaciones del Journal du Dimanche y de L'Equipe, un registro fue realizado por la Oficina Central de Lucha contra las Infracciones al Medioambiente y a la Salud Pública (OCLAESP) contra varios ciclistas del equipo Arkéa-Samsic, incluido el colombiano Dayer Quintana, hermano de Nairo, y miembros del equipo médico.
El registro, según los dos diarios, tuvo lugar el miércoles 16 de septiembre cerca de Méribel.
Los ciclistas interrogados, que no fueron nombrados por la fiscal, son sospechosos de haber tenido en su posesión "sin justificación médica" una "sustancia o método prohibido" que pudo haber servido de dopaje, en el Tour de Francia.
De interés: Eddy Merckx opina si Egan Bernal podrá ser rival de Pogacar o no
Los dos miembros del equipo médico están detenidos desde el lunes por "administración y prescripción a un deportista, sin justificación médica, de sustancia o método prohibidos en el marco de una manifestación deportiva".
"Los elementos recogidos en el curso de los registros necesitarán investigaciones complementarias, análisis" y nuevos interrogatorios, añadió la fiscal de Marsella.
Las pena en estos casos puede alcanzar los cinco años de prisión y los 75.000 euros (88.788 dólares) de multa.
Los ciclistas pueden recibir una pena de cinco años de prisión y 375.000 euros (442.409 dólares) de multa por "transporte y detención ilícitos de sustancias venenosas".
Preguntado por la AFP respecto a estas investigaciones llevadas por la OCLAESP, el mánager general del equipo bretón, Emmanuel Hubert, declaró "evidentemente apoyo a los ciclistas. Pero si se probara que, al término de la investigación en curso, aparecieran elementos que confirmaran la veracidad de prácticas de dopaje, el equipo se disociaría inmediatamente de tales actos y tomaría sin demora las medidas que fueran necesarias para poner fin a los lazos que puedan unirle a métodos inaceptables y siempre combatidos".
Este caso aparece como el más resaltable desde hace varias ediciones del Tour de Francia, tras varios años marcados por la intervención de la policía durante la prueba, desde el caso Festina en 1998.