El ciclista colombiano Rigoberto Urán fue gran protagonista en la prueba de ruta de los Juegos Olímpicos de Tokio al finalizar en la octava posición a un minuto y siete segundo del ganador, el ecuatoriano Richard Carapaz.
A pesar de que no pudo subir al podio, Urán corrió con gran inteligencia y pudo disputar las preseas de plata y bronce, pero la velocidad y juventud del belga Wout Van Aert y el esloveno Tadej Pogacar se impusieron en el embalaje final.
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Sin embargo, al colombiano se le destaca por la capacidad que demostró para "leer" la carrera y entender los momentos en los que debía moverse y tomar protagonismo.
En los primeros kilómetros, Urán se refugió en el interior del pelotón y fue hasta el km 35, en el ascenso al Mikuni Pass, cuando se le vio exigirse.
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En un principio, el ciclista nacido en Urrao sufrió el fuerte ritmo impuesto por la selección de Italia y Bélgica, pero reguló su andar y con paciencia hizo parte del grupo de 13 ciclistas que disputó el final de la prueba.
Finalmente, Rigoberto Urán trató de liderar, por momentos, la persecución par alcanzar a Carapaz, pero al no lograrlo, intentó luchar por uno de los metales, aunque en la definición se quedó sin fuerzas y tuvo que conformarse con el octavo puesto.
Al término de la carrera, Urán destacó la dureza de la prueba, felicitó a Richard Carapaz y dejó abierta la posibilidad de correr en París 2024.