Adiós al 'corrientazo': almuerzo saldrá más caro y tocó comer sin arroz

La canasta familiar se ve afectada en muchos hogares colombianos, y uno de los productos más consumidos podría subir drásticamente de precio, dificultando su acceso para miles de familias.

Los arroceros de Tolima, Huila, Sucre y Meta cumplen tres días en paro, exigiendo al Gobierno que estabilice el precio del arroz, ya que los pagos que reciben por su cosecha no cubren sus costos de producción.

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Actualmente, los productores reciben $185.000 por carga de arroz en cáscara, pero solicitan que el precio se ajuste a $220.000 y que se les permita reprogramar sus deudas con tasas preferenciales.

Esta situación no es nueva. Desde finales del año pasado, los agricultores advirtieron que, si el precio sigue bajando, la producción nacional disminuirá, desincentivando las siembras a futuro.

El Gobierno ha propuesto crear un fondo de estabilización de precios, pero, según Carlos Rojas, vocero de los arroceros, estas medidas no tienen un efecto inmediato y los alivios solo llegarían en el próximo semestre.

¿Qué pasaría si el paro de arroceros se prolonga?

Si el paro continúa, Bogotá enfrentaría problemas de abastecimiento y posibles aumentos en el precio del arroz, un alimento esencial en la dieta de los colombianos.

La escasez en supermercados, plazas de mercado y tiendas de barrio afectaría especialmente a los hogares de bajos ingresos, que dependen del arroz como base de su alimentación.

Además, el sector gastronómico, incluyendo restaurantes y comedores populares, podría verse obligado a ajustar sus menús o subir precios, impactando el bolsillo de los consumidores.

El Gobierno nacional tendría que intervenir con medidas como subsidios a los productores, acuerdos con los manifestantes o incluso importaciones de emergencia para garantizar el suministro. Si no se encuentra una solución rápida, el descontento social podría aumentar, sumándose a otras problemáticas económicas y alimentarias.

¿Qué dice el Gobierno sobre la regulación de precios?

Según la ministra de Agricultura, Martha Carvajalino, hay problemas estructurales en la cadena de producción, lo que limita la regulación de precios debido a la política de libre competencia y comercio.

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Por su parte, el presidente Gustavo Petro afirmó que el Gobierno hará todo lo posible para apoyar a los pequeños y medianos productores. Entre las estrategias planteadas está comprar la sobreproducción de arroz y promover que los productores cuenten con molinos propios a través de organizaciones cooperativas.

"Toda la política pública de mi gobierno es de ayuda agropecuaria para medianos y pequeños productores agroalimentarios y campesinos sin tierra", señaló Petro en su cuenta de X.