En la juega con productos muy consumidos que no debe comprar en supermercados
Los supermercados se han convertido en la mejor opción para los ciudadanos que desean adquirir una amplia variedad de productos. Existen establecimientos que manejan diversos costos; sin embargo, el precio no garantiza que el producto sea de excelente calidad y apto para el consumo humano.
Por esta razón, varios expertos en salud se han dedicado a investigar la calidad de los productos que muchas veces encontramos en los supermercados, creyendo que su presentación no influirá en nuestra salud. Sin embargo, la realidad va más allá de lo que pensamos.
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Productos que nunca debe comprar en un supermercado
Latas en mal estado: Es común ver que las últimas unidades disponibles son aquellas con imperfecciones en su exterior, especialmente si se trata de alimentos enlatados. Esto representa un riesgo para nuestra salud, ya que una lata en mal estado puede tener fisuras imperceptibles a simple vista, convirtiéndose en una puerta de entrada para millones de microorganismos.
Productos congelados: Productos congelados como pollo, carne o pescado son muy delicados. Si contienen cristales de hielo en su interior, evite comprarlos, ya que esto indica que en algún momento estuvieron descongelados y se volvieron a congelar, rompiendo la cadena de frío y representando un riesgo para la salud.
Productos con empaques inflados: Según expertos, los alimentos con envases inflados representan un riesgo para la salud, ya que esto sugiere la presencia de bacterias que están liberando gases nocivos para nuestra salud.
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Fruta ya cortada: En ocasiones, algunos establecimientos, para evitar el desperdicio de alimentos, prefieren cortar las partes en descomposición y venderlas a un precio más bajo. Esto es muy peligroso para nuestra salud, ya que la fruta está más expuesta al aire libre y puede acumular bacterias, entre otros contaminantes.
“La fruta, una vez cortada, presenta un mayor riesgo de contaminación por la propia manipulación (higiene del cuchillo, tabla de cortar, etc.) y porque en el proceso de corte y preparación la pulpa, la parte comestible que estaba protegida por la piel o la cáscara, queda expuesta al aire y a agentes externos”, indican los expertos.
Alimentos listos para comer: Los alimentos que se preparan directamente en los supermercados y se venden en la sección de comida lista para llevar son muy propensos a contaminarse con patógenos, ya que es difícil mantenerlos a su temperatura ideal. De hecho, el Departamento de Agricultura de Estados Unidos los clasifica dentro de la “zona de peligro” debido a que es más fácil que se desarrollen bacterias, especialmente si permanecen en un envase por más de dos horas.