Juegos de azar quedarán por las nubes: usuarios pagarán más por apuestas futboleras
El Gobierno Nacional de Colombia ha decidido reintroducir el Impuesto al Valor Agregado (IVA) a los juegos de azar, una medida que busca recaudar aproximadamente $519 mil millones en un contexto de conmoción interior declarado en la región del Catatumbo.
Esta decisión se enmarca dentro de un conjunto de medidas tributarias que tienen como objetivo atender la crisis humanitaria que afecta a esta zona, marcada por la violencia y el desplazamiento forzado de miles de personas debido a enfrentamientos entre grupos armados.
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¿Cuáles son los juegos de azar que ahora tendrán IVA?
La viceministra de Hacienda, Juanita Villaveces, anunció que el IVA del 19 % se aplicará específicamente a las apuestas en línea, lo que incluye plataformas de juegos y casinos digitales.
Este impuesto no solo impactará a los apostadores, quienes deberán asumir un costo adicional en sus apuestas, sino que también podría poner en riesgo la estabilidad financiera de las empresas del sector.
La Federación Colombiana de Empresarios de Juegos de Suerte y Azar (Fecoljuegos) ha expresado su preocupación, argumentando que este gravamen podría incentivar la informalidad y las apuestas ilegales, afectando así el equilibrio económico del sector regulado.
¿Qué establece el decreto sobre el impuesto a los juegos de azar?
El decreto que establece estas medidas tributarias es temporal y estará vigente durante 90 días, aunque podría ser prorrogado si la situación lo requiere.
El Gobierno justifica esta acción como una necesidad urgente para financiar programas sociales destinados a mitigar los efectos del conflicto armado en el Catatumbo. Sin embargo, el impacto económico sobre los apostadores y las empresas del sector es motivo de debate y preocupación.
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Las proyecciones del Ministerio de Hacienda indican que, por ejemplo, una apuesta de $50.000 generaría un costo adicional de $9.500 por concepto de IVA, lo que podría llevar a muchos apostadores a buscar alternativas no reguladas.
Este cambio se produce en un momento en que la industria ya opera con márgenes ajustados y ha contribuido significativamente al sistema de salud del país, generando ingresos y empleos formales.