LA MENTIRA CORRE PERO LA VERDAD LA ALCANZA
La mentira es como una cadena: mientes hoy y mañana debes volver a mentir para sostener la anterior. Cuando menos piensas, hay sobre ti como una telaraña y en el peor de los casos, terminas creyendo tus propias mentiras. Hay un dicho que dice: “Entre cielo y tierra no hay nada oculto”. Puedes sostener una mentira por años, pero un día, en unos cuantos segundos, todo habrá terminado, pues la verdad destruye la mentira. Mentimos porque tememos y pensamos que refugiarnos en ella nos libra de las consecuencias, pero ignoramos que nos esclaviza y nos aleja de la credibilidad de quienes hacen parte de nuestras relaciones más significativas. Ten valor y confiesa la mentira, di siempre la verdad, es preciso hacerlo por salud y bienestar. Jesús nos anima a conocer la verdad, pues la verdad nos hace libres. Lo bueno y saludable es ir como un libro abierto por la vida.