Alcaldía de Funza se pone las 'pilas' y tomó drásticas medidas contra los pillos
La seguridad en Funza ha generado inquietud entre los habitantes del municipio cundinamarqués. Por ello, una de las principales tareas de la alcaldesa, Jeimmy Villamil, es garantizar la tranquilidad de los ciudadanos.
Durante 2024, la Alcaldía de Funza ha trabajado para dotar al municipio de todas las herramientas necesarias que refuercen la seguridad. Entre las medidas, se destaca la adquisición de nuevos vehículos que fortalecen la capacidad de vigilancia y respuesta de la Policía Nacional.
Con estas acciones, se espera elevar los estándares de protección y brindar mayor tranquilidad a los habitantes. "Su bienestar es nuestra prioridad, y seguiremos trabajando sin descanso para hacer de Funza un territorio seguro para todos", afirmó la alcaldesa Jeimmy Villamil.
Recuperación de bienes y acciones de la Policía en Funza
En recientes operativos, la Policía Nacional logró la recuperación de una bicicleta valorada en más de dos millones de pesos. Estos operativos de patrullaje permitieron que, gracias a la colaboración de la víctima y la rápida intervención policial, se interceptara al ladrón y se recuperara el bien robado.
El detenido fue puesto a disposición de las autoridades. “Seguiremos trabajando sin descanso para hacer de Funza un territorio totalmente seguro para todos", reiteró la Policía Nacional.
La Alcaldía de Funza trabaja por su gente
En otro frente, la alcaldesa Jeimmy Villamil evitó que se incrementara la tarifa del peaje en la **calle 13**. Tras una negociación con INVÍAS, se logró que la tarifa permaneciera sin cambios.
La polémica de los peajes en Cundinamarca
Los peajes en Cundinamarca han sido un tema controversial. La alta concentración de peajes en distancias cortas, especialmente en las rutas que conectan Bogotá con municipios cercanos, ha provocado quejas generalizadas. Los ciudadanos argumentan que los costos de los viajes se elevan considerablemente debido a la cantidad de peajes.
Este problema afecta no solo a conductores particulares, sino también a los transportadores de carga, cuyo aumento en costos operativos impacta el precio de productos y servicios en la región. A ello se suma el mal estado de las vías, lo que agrava el descontento de los conductores, quienes no ven justificadas las tarifas en relación con la calidad de las carreteras, especialmente en zonas rurales.