En Bogotá empezó una nueva etapa en medio de la pandemia de COVID-19 tras la finalización de las cuarentenas sectorizadas que tuvo por varios meses la ciudad, marcada por la reapertura económica gradual y el aumento de la capacidad del transporte público.
En las calles se puede evidenciar una mayor afluencia de personas, de vehículos y de usuarios del transporte de la ciudad, diferente a días de confinamiento.
“Está mucho mejor hoy. Está saliendo más pueblo, más gente, más comercio. Para mí, primero Dios, luego el autocuidado y esto estará mejor de aquí en adelante”, opinó un vendedor informal en el sector de Salitre, al occidente de la capital.
“Me parece bien la reapertura. Ya es responsabilidad de cada uno de nosotros el cuidado, pero sí estoy de acuerdo con que vuelva la normalidad. No me da miedo porque ya la gente no aguanta más encierro”, expuso una ciudadana desde un paradero del SITP en el centro de la ciudad.
“Estoy de acuerdo con las medidas, pero hay que seguir los protocolos. Yo creo que la gente que está en casa necesita, la mayoría, salir a trabajar. Hay mucho niño en casa y mucha pobreza en Bogotá”, añadió una habitante de la localidad de Chapinero.
El 100 % de la flota de Transmilenio fue puesta a disposición de los usuarios para garantizar la ocupación del 50 % del sistema en la nueva etapa de medidas para combatir el coronavirus, cuyo primer pico ya terminó, según las autoridades.
En el centro de la ciudad, en las zonas de tolerancia, trabajadoras sexuales hicieron presencia ofreciendo sus servicios, mientras que comerciantes de otras localidades celebraron parte de la reapertura. Sin embargo, piden al Distrito que les amplíen los horarios de trabajo.
Se mantiene el pico y cédula en la ciudad en establecimientos bancarios y de comercio, con algunas excepciones. Los negocios dedicados a la venta de productos de primera necesidad no tienen restricciones de horarios de operación.