Bogotá tendrá crisis de agua por temporada seca: el racionamiento será largo y estricto

La temporada seca en Colombia ha comenzado oficialmente, según el más reciente anuncio del Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam). Este fenómeno climático, que se prevé se extienda hasta marzo de 2025, afectará principalmente a las regiones de la Orinoquía y la Amazonía, donde se espera un déficit significativo de precipitaciones.

La directora del Ideam, Gisley Echeverry, destacó que la sequía es parte de un patrón climático normal en esta época del año, pero también está influenciada por condiciones climáticas globales como el fenómeno de La Niña, que aunque débil, podría provocar lluvias en otras áreas del país.

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Durante las últimas semanas de diciembre de 2024, se anticipa un ligero aumento en las lluvias antes de que la temporada seca se afiance. Sin embargo, esto no será suficiente para revertir el déficit hídrico que ya afecta a gran parte del territorio nacional.

¿Cómo será el clima en Bogotá en la temporada seca del país?

En Bogotá, el clima durante esta temporada seca se caracterizará por temperaturas más altas y escasas precipitaciones. La ciudad enfrentará un panorama complejo en términos de suministro de agua potable, dado que varios embalses dependen del régimen pluviométrico de regiones que no recibirán lluvias significativas en los próximos meses. 

Se estima que los embalses que abastecen a la capital podrían alcanzar niveles críticos hacia finales de diciembre. El embalse de Chuza, crucial para el suministro de agua en Bogotá, se encuentra en una situación alarmante debido a su dependencia del clima en la región Orinoquía. Las proyecciones indican que la sequía podría extenderse hasta abril de 2025, lo que plantea serios desafíos para la gestión del agua en la ciudad y sus alrededores.

Los ciudadanos deben estar atentos a las recomendaciones del Ideam y adoptar medidas para conservar el agua durante este periodo crítico. La situación actual refuerza la importancia de implementar prácticas sostenibles y eficientes en el uso del recurso hídrico.

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Las comunidades deben prepararse para enfrentar las consecuencias de esta temporada seca prolongada y considerar estrategias para conservar el agua y proteger los cultivos. La información actualizada sobre las condiciones climáticas será vital para la toma de decisiones durante este periodo.