Universidad Distrital de Bogotá y la concentración de estudiantes.
Es investigado por actos de corrupción dentro del centro educativo.
En la tarde de este viernes fue capturado en el norte de Bogotá, Wilman Muñoz, exdirectivo de la Universidad Distrital en el marco de la investigación que se adelanta por las irregularidades que se presentaron en el centro educativo.
Muñoz es investigado por presuntamente haber utilizado cerca de 11 mil millones de pesos para gastos personales, entre estos se encuentran la compra de apartamentos, joyas y vehículos de alta gama.
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Igualmente, fue capturada la extesorera de Instituto de Extensión (Idexud) Patricia Gamboa Rodríguez. En las próximas horas serán trasladados a los juzgados de Paloquemao para la audiencia de legalización de captura, imputación de cargos y solicitud de medida de aseguramiento.
La Fiscalía General les imputará los delitos de peculado por apropiación, falsedad ideológica en documento público y concierto para delinquir agravado.
Por estos hechos de corrupción, Muñoz ya fue sancionado por la Procuraduría General con destitución e inhabilidad por 20 años para ocupar cargos públicos.
En el fallo disciplinario se advierte que Muñoz compró dos vehículos por más de 211 millones de pesos: una camioneta Lexus modelo 2017 por $100 millones y un Mercedes Benz por valor de 210 millones de pesos, que iba para una empresa representada por su hijo.
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También se hicieron pagos de hospedajes en hoteles en Pereira y Cali, de cuentas en restaurantes como Harry’s Bar, compra de relojes suizos, de camisas y medias en tiendas como Hugo Boss y Massimo Dutti, de pagos de peajes, parqueaderos, taxis, pasajes de avión, productos Apple, una tabla pataconera y un dron.
La Procuraduría comprobó que la cuenta corriente y las tarjetas de crédito a nombre de la universidad estaban a su cargo debido a que era único autorizado para manejarlas, y “se apropió de dineros públicos por más de 10 mil millones de las cuentas corrientes y se nutría de los dineros de la institución” entre el 2015 al 2018.
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"La falta se calificó como gravísima porque según las pruebas se demostró que incurrió en irregularidades con el manejo de los dineros de la Universidad (...), abuso de su cargo al tratarse de compras personales que nada tenían que ver con el desempeño de sus funciones”, precisó el Ministerio Público en la decisión.
En el fallo disciplinario se consideró que pese a que sabía que sus conductas eran ilegales y estaban afectando el patrimonio de la Universidad continuó realizándolas, con el único fin de lograr un beneficio directo.
"De ninguna manera esos dineros le eran permitidos para gastarlos en gastos personales y para favorecer a terceros", agregó el procurador del caso.
