Ciudadanos preocupados: viajar a municipios de Cundinamarca saldrá por un ojo de la cara

El debate sobre el incremento del salario mínimo para 2025 sigue marcando la agenda económica en Colombia, enfrentando posiciones entre empresarios, líderes sociales y el Gobierno Nacional. Las expectativas de los trabajadores han crecido en medio de las negociaciones, mientras las propuestas generan tensiones en la mesa de concertación. 

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El Ministerio de Hacienda propuso de manera extraoficial un aumento del 6,2%, cifra que ha sido percibida como insuficiente por muchos empleados, quienes esperaban un ajuste más sustancial ante el alza en el costo de vida. Esta propuesta se alinea con los indicadores económicos actuales, pero no satisface las demandas de sectores que consideran prioritario mejorar el poder adquisitivo de los colombianos. 

Por otro lado, la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) insiste en un aumento del 10%, lo que elevaría el salario mínimo de $1.300.000 a $1.430.000. Según Fabio Arias, presidente de la CUT, esta medida no solo beneficiaría a los trabajadores, sino que también estimularía el consumo interno y dinamizaría la economía. Sin embargo, los gremios empresariales advierten que un incremento de esta magnitud podría tener repercusiones negativas para las empresas, especialmente en un entorno donde la inflación, que cerró en 5,1% en octubre, se proyecta en 6,2% para el final del año. 

Impacto en el auxilio de transporte 

El aumento del salario mínimo trae consigo ajustes en el auxilio de transporte, un beneficio crucial para quienes trabajan lejos de sus hogares. De acuerdo con los posibles escenarios: 

• Con un aumento del 6,2%, el auxilio sería de $172.044. 

• Con un aumento del 6,5%, llegaría a $172.530. 

• Con un aumento del 10%, alcanzaría los $178.200. 

Transporte intermunicipal: golpe al bolsillo 

Uno de los sectores más afectados será el transporte intermunicipal, que conecta a municipios aledaños con Bogotá. Ciudades como Funza, Mosquera, Madrid, Chía y Facatativá enfrentarán un aumento en las tarifas, derivado no solo del alza en el salario mínimo, sino también de factores como el precio de la gasolina y los peajes. 

Por ejemplo, el pasaje desde el Portal 80 hacia El Rosal o Facatativá, actualmente en $7.500, podría subir a $8.000 con un incremento del 6,2%. En Soacha, donde el pasaje interno cuesta $1.700, podría aumentar a $1.800, mientras que el trayecto hacia Bogotá, hoy en $2.700, llegaría a $2.850. 

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Aunque las tarifas finales dependen de acuerdos entre las empresas de transporte, las alcaldías y los gremios de transportistas, es evidente que el incremento del salario mínimo será un factor clave en la determinación de estos costos. 

El ajuste al salario mínimo no solo impactará los ingresos de los trabajadores, sino también los gastos cotidianos, especialmente en transporte. Mientras el país espera un acuerdo definitivo, las repercusiones económicas y sociales de este incremento seguirán siendo un tema central en la vida de los colombianos.