Facilitadores de zonas de parqueo pago en Bogotá: ventajas y desventajas de este oficio
Las zonas de parqueo en la ciudad de Bogotá cumplieron un año de funcionamiento. Esta idea implementada por la Alcaldía de Bogotá junto a la Secretaria de Movilidad, busca recuperar y ordenar el uso del espacio público, la seguridad y la movilidad de la capital.
“Con la entrada en operación de las Zonas de Parqueo Pago hemos recuperado 22 kilómetros de espacio público, beneficiado a más de 673.000 usuarios y logrado la disminución del 68% en los tiempos de búsqueda de estacionamiento”, indicó Ana María Zambrano Duque, gerente Terminal de Transporte de Bogotá.
Desde el inicio de operaciones, las zonas de parqueo pago han puesto al servicio de la comunidad 2.828 cupos de estacionamiento y ha generado un poco más de 300 empleos formales.
Alerta Bogotá entrevistó a uno de los trabajadores que opera en una de las zonas de parqueo en la ciudad de Bogotá, quien pudo compartir algunas de las ventajas y desventajas de este duro oficio.
No cabe duda que ningún de los trabajos que se realiza en áreas libres es una tarea fácil, ya que se está expuesto a condiciones climáticas fuertes y circunstancias que a veces pueden resultar un poco complicadas.
Los horarios que manejan los cuidadores de las zonas de parqueo son turnos rotativos: cada uno ocho horas.
Se manejan tres tipos de horarios; el primero de ellos es de 7:00 a.m a 15:00 o 16:00, el segundo es de 8:30 a.m a 17:30 y por último el de 10:00 a.m a 18:00. De lunes a viernes y varían según la zona en la que se encuentren ubicados, los días domingo trabajan las personas que cuiden zonas de restaurantes o similares.
Una de las grandes ventajas de este trabajo, es que trasladó a las personas que tenían un oficio, desde la informalidad en las calles de Bogotá a trabajadores formales, brindándoles un sueldo fijo y todas las prestaciones de ley de un contrato laboral.
“Trabajamos con un sueldo mínimo, más las horas extras, los días dominicales, auxilio de transporte y todas las prestaciones sociales”, expresó el trabajador.
No existe una edad límite para vincularse a este oficio, desde los 18 años en adelante se puede hacer parte de este. Como es el caso de Carlos Enrique Marín Gutiérrez, un adulto mayor de 67 años, quien duro 16 años siendo trabajador informal y fue contratado para cuidar los carros de una de las zonas de parqueo más prestigiosas de Bogotá.
Además de poder obtener una estabilidad económica, los facilitadores cuentan con horarios laborales que les permiten cubrir sus demás necesidades, pues antes de ser contratados muchos de ellos extendían su trabajo hasta las 23:00 horas o hasta poder juntar los pesos para sus compromisos.
La dinámica de este trabajo se maneja de la siguiente manera: el conductor se estaciona en los lugares de parqueo y los funcionarios los abordan amablemente contándoles las tarifas por estar estacionados en el lugar.
Sin embargo, así como todo en la vida esta labor tiene su parte buena y su parte mala, según los cuidadores, ya que tiene algunas desventajas que hacen que algunos días se vuelvan difíciles.
Una de estas es el servicio de los baños, pues no cuentan con un baño asignado para hacer sus necesidades y corre por cuenta suya encargarse de esta necesidad.
“Existen zonas donde nos prestan el baño, como hay zonas donde nos toca pagar también, porque no nos hacen el favor de prestarlo”, afirmó el hombre.
Muchos cuidadores logran hacer una amistad con algunos de los dueños de locales y 'vecis' quienes con los días les hacen el favor de prestarles el baño o el horno para calentar su almuerzo, pues así mismo no se cuenta con un lugar para comer.
No obstante, otra de las desventajas de este trabajo es que cada ocho días los rotan de su lugar de trabajo, por este motivo cada semana es como empezar de cero, conociendo el lugar, planeando su nueva ruta de trabajo y haciendo nuevas relaciones con los 'vecis' del sector, los cuales les puedan colaborar con los baños o lugares para almorzar.
Por otra parte, para nadie es un secreto que existen conductores furiosos que no se aguantan un pito, una sugerencia o una simple palabra, y con estos sí que deben lidiar a diario los cuidadores de vehículos. Muchos se ponen como 'fieras' cuando se les acercan a decirles las tarifas que deben cancelar.
Y ni hablar de cómo se ponen cuando dejan los carros mal estacionados y debido a esto se les debe poner los cepos, según el cuidador entrevistado, algunos llegan a quitarlos ellos mismos y se desesperan al ver que es imposible.
“He conocido varios compañeros que han tenido peleas con conductores por la instalación del cepo o porque no les gusta la zona del parqueo, a veces nos tratan mal, pero es aprenderle a darle manejo a cada usuario”.
Para tratar esos casos de conductores furiosos, los trabajadores tienen en el celular un grupo de Whatsapp en donde piden apoyo para controlar al usuario, “tenemos un grupo de apoyo para alguna novedad que se presente y solicitar ayuda del cuadrante más cercano”, dijo el conductor.
Además, el Distrito les brinda un celular para que puedan hacer el registro fotográfico y todo lo relacionado con su trabajo, “nos dan un dispositivo para manejar lo que es el ingreso al sistema y para manejar las plataformas de Whatsapp, para enviar fotos y los reportes”, indicó el cuidador.
Se debe mencionar que el Distrito y la Secretaria de la Movilidad, frecuentemente realiza un trabajo de caracterización para vincular a los cuidadores de carros en las calles públicas, conocidos como 'trapitos rojos'.