Dos hermanos, conductores de ambulancia, murieron atropellados por tractomula

ALERTA… Una denominada ‘Velatón, se llevó a cabo en las horas de la noche del pasado domingo 6 de febrero de este año 2022, en un importante corredor vial del sur de la capital de la república, en memoria de los dos integrantes del servicio de salud, hermanos entre sí, quienes perdieron la vida, luego de ser arrollados por una tractomula, cuando iban en una motocicleta. 

El lamentable caso se presentó hacia las 5:00 am en la Avenida Villavicencio a la altura de la Calle 60 B del barrio El Perdomo de la localidad Ciudad Bolívar, en el sentido norte – sur.  

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Se pudo establecer que las víctimas, estaban identificadas como David Steven y Yeidon Miguel Camacho Vanegas de 28 y 34 años de edad.  

En el momento del mortal percance, los ‘pelaos’ salían de su casa en Candelaria La Nueva con amigos y unas primas residentes de Arborizadora Alta a un ‘moto paseo’ en el día de descanso. 

Dicen allegados, que quien iba frente al volante en ese automotor de carga, luego del fatal accidente que dejó muertos de manera instantánea a los dos conductores de ambulancia de la secretaría distrital de salud, se fue del sitio sin que al parecer se diera cuanta del hecho, porque supuestamente, los muchachos por no pegarse con un carro Chevrolet Spark de color azul que sufrió un percance en un hueco del asfalto, esquivaron a la pequeña nave, pero terminaron bajo las ‘pachas’ de la pesada máquina. 

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Mientras agentes del orden tratan de dar con el paradero de la tractomula y la identidad del chofer, seres queridos hacen los ‘papeleos’ necesarios para retirar los cadáveres de los hermanos Camacho Vanegas de la sede del instituto de Medicina Legal, a donde fueron conducidos por unidades de criminalística de tránsito, para darles el último adiós en un campo santo de la capital. 

Ernesto Camacho, tío de los fallecidos, los recordó en la emisora La Cariñosa 610 AM como unos muchachos solteros, sin hijos, que vivían juntos, luego de la muerte de sus padres y se hacían querer por todo el mundo, ya que eran demasiado serviciales.