El aterrador crimen de una menor de edad por sus medio hermanos: querían una herencia
Hace 22 años, exactamente el 7 de abril de 1994, se conoció un aterrador caso, en el que una niña de tan solo 6 años de edad fue asesinada mientras caminaba a la escuela con su madre.
Los bogotanos se despertaron esa mañana con la aterradora noticia del asesinato de una pequeña que apenas empezaba a vivir y era esperada por sus compañeritos en el salón de clases; sin embargo, una bala acabó con su vida.
El reloj marcaba alrededor de las 6 de la mañana, cuando Carmen Galán y su hija Diana Marcela Caldas se dirigían a la institución educativa de la menor de edad. Al momento que estaban cruzando la esquina de la calle 43 con carrera 21 A, un sicario identificado como Saúl Rodríguez accionó el arma y disparó en contra de la pequeña y su mamá.
El hombre intentó escapar rápidamente, pero unos policías que estaban por el sector lograron capturarlo.
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La escena del crimen era bastante aterradora, puesto que el cuerpo de la menor quedó tendido en el suelo al lado de sus implementos de colegio. Por su parte, su madre, Carmen, quedó herida y llevada a la Clínica Palermo, donde fue declarada con muerte cerebral.
El aterrador caso causó conmoción en todo el país, pues no era posible que una joven que empezaba a conocer el mundo fuera asesinada con tanta frialdad. Inmediatamente, las autoridades se colocaron a investigar y en tiempo récord lograron determinar el malvado plan por el que Diana Marcela Caldas tuvo ese trágico destino.
En una entrevista con El Tiempo, el fiscal que llevó el caso reveló los detalles de este hecho que conmocionó a toda Colombia.
La familia de la menor
Tras un tiempo de investigación, se determinó que Diana Marcela Caldas era la última hija de José del Carmen Caldas Tunjo, un hombre boyacense, de quien se dice podría tener una fortuna de casi 10 millones de dólares en esa época.
Sin embargo, el sujeto tenía dos familias, por un lado, tuvo cinco hijos con María Sonia González, su primera esposa, y por otra parte conoció a Carmen con quien tuvo una hija.
Años atrás al crimen, uno de sus hijos tuvo problemas de contrabando y fue detenido cerca de Bucaramanga. En medio de esas diligencias, José del Carmen, llegó a una oficina de abogados donde conoció a la madre de su última hija, a quien trajo a vivir a Bogotá.
A pesar de que su primera esposa e hijos no veían con buenos ojos esa relación con Carmen, el hombre decidió seguir adelante y tuvo a la pequeña Diana, a quien le entregó todo lo que estuvo a su alcance y hasta le regalo un carro lujoso siendo una niña.
La investigación
El asesino, Saúl, relató en medio de la investigación que él vivía en la calle y fue contratado por un sujeto que lo encontró debajo de un puente y le propuso el macabro plan.
El Fiscal del caso, Gregorio Oviedo, quería llegar al fondo del mismo y pidió los mejores hombres del CTI para localizar y dar con los responsables. Fue así, que lograron determinar que el asesino tenía una novia, convirtiéndose en ficha clave de la investigación, pues se creía que la mujer sabía varias cosas sobre su pareja.
En medio de las preguntas a la mujer lograron que les entregara una tarjeta que contenía dos nombres, Lucho y Oscar, además, cada uno de ellos tenía un número anotado que condujo hasta sus casas.
Fue así, que un día, el Fiscal decidió capturar a Luis Crisanto, el famoso Lucho, pues se tenía entendido que era uno de los implicados en el crimen; y efectivamente, al dar con el sujeto encontraron en su hogar una carta que tenía tipografía similar a la que le enviaron al asesino algunos días atrás antes de cometer el crimen.
En este punto, todo se empezaba a esclarecer, puesto que, en medio de los diálogos con Saúl, el hombre reveló que la cabeza del crimen había sido un médico y sin dar nombre alguno ayudó a unir los diferentes puntos para conectar y dar con los responsables.
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¿Por qué se realizó el crimen?
Según los investigadores, después de la muerte de José del Carmen Caldas, padre de la menor, su primera familia empezó una serie de acoso en contra de Carmen Galán y su hija Diana Marcela Caldas, ya que hubo una serie de problemas por la herencia al no haber llegado a un acuerdo mutuo.
El fiscal Oviedo indicó que, al momento del fallecimiento del millonario, los hijos de la primera familia pelearon fuertemente porque Carmen, quien representaba a su hija, devolviera dinero en efectivo, una bodega y una casa donde vivían. Esta discusión sería el detonante del crimen que se llevó a cabo tiempo después.
Finalmente, se determinó que el actor intelectual de dicho crimen fue Iván Raúl Caldas González, quien era medio hermano de la menor. La captura se llevó a cabo en el barrio Normandía, donde estaba en compañía de su familia.
Durante ese mismo día también se capturó a sus hermanos José Jairo y Armando.
A pesar de ser privado de su libertad, el hombre se irradiaba frialdad y en ningún momento mostró algún signo de sorpresa.
La investigación determinó, que todo habría sido planeado para que los hijos mayores se quedaran con toda la herencia, dado que al morir el heredero simultaneo se puede practicar la conmoriencia, una figura jurídica que rompería el orden en que se entregan los bienes y le daría todo a los otros herederos.
A pesar de dar la persona que contrató a los delincuentes, la investigación continuó ya que se quería determinar cuál era el papel que tenía Oscar en el crimen y completar el 'rompecabezas'; fue así, que, por medio del abogado del asesino, el fiscal quiso contactarlo, pero la reunión nunca se dio, sin embargo, el sujeto le hizo llegar a Oviedo un papel con un croquis de un barrio de Usme.
En medio del análisis de este mapa más las declaraciones que entregó Saúl en una ocasión anterior se logró dar con el paradero de un sujeto que tenía la cara cortada y había sido nombrado en algún momento por el hombre que accionó el arma.
Este sujeto fue ficha clave y por medio de los registros carcelarios se llegó a la conclusión de que se trataba de Luis Alfonso Oliveros, quien había conocido a Óscar de Jesús Vallejo en una cárcel.
Inmediatamente, las autoridades se dirigieron al lugar donde vivía Oliveros y lo capturaron comprando el almuerzo. Sus declaraciones fueron pieza clave para conocer el autor intelectual de todo el crimen, pues el sujeto indicó que un médico fue la persona que contactó a Oscar para que cometiera el atroz crimen.
Luis Alfonso reveló que la persona con la que se reunieron fue el doctor Iván Raúl Caldas, quien les ofreció 2.750.000 millones de pesos por cometer el asesinato de la menor de edad y su madre.
Tras unos largos días de investigación, lograron dar con Óscar, quien era la persona que faltaba en ese gran 'rompecabezas' para conocer todo lo que se planeó para acabar con la vida de la menor de 6 años.
El sujeto confirmó que efectivamente la persona que lo contrato fue el hermanastro de la niña. De igual manera, el sujeto confesó que él fue el responsable de llevar a Saúl Rodríguez al lugar donde se llevó a cabo el asesinato y mostrarles a las víctimas.
Finalmente, El juzgado penal 5 del circuito de Bogotá realizó las respectivas condenas de los implicados, a 60 años fueron castigados Iván Raúl Caldas, Óscar de Jesús Vallejo, Luis Alfonso Oliveros, Luis Crisanto Vásquez y Saúl Rodríguez. Por su parte, José Jairo Caldas recibió una condena de 50 años por ser cómplice. Por otra parte, su hermano Armando se libró de pagar a la justicia, ya que no se encontraron pruebas.
Por un cambio en el Código Penal, todos los implicados pagaron casi 40 años menos y para 2010 ya se encontraban en libertad.
Los dos hermanos implicados en el crimen no recibieron ni un solo peso de la herencia. Sin embargo, la familia de la menor asesinada recibió el dinero que inicialmente le pertenecía.