La jueza 68 de control de garantías de Bogotá ordenó enviar a la cárcel a Miguel Camilo Parra, el hombre que atacó con un hacha a Ángela Ferro, su pareja sentimental, en hechos registrados el pasado 16 de octubre en el barrio El Redil en la localidad de Usaquén.
La funcionaria judicial determinó que Parra es un peligro para la sociedad y no se le podía otorgar la detención domiciliaria teniendo en cuenta el riesgo de fuga que existe.
En su análisis jurídico, la jueza consideró que se deben tomar todas las medidas necesarias para evitar que Parra tenga cualquier tipo de contacto con Ángela Ferro, evitando así que la amenace o la agreda nuevamente.
En este punto desestimó los argumentos de la defensa de Parra quien señaló que su cliente tenía todo el deseo de entregarse a las autoridades y no se estaba escondiendo en la finca de un familiar como lo señaló la Fiscalía General.
En la imputación de cargos, el ente investigador reveló que Parra atacó a su pareja después que ella le manifestara su deseo de no seguir con la relación sentimental. Esto debido a los constantes ataques de celos, al maltrato verbal y al hecho de haber amenazado en más de una oportunidad a su hijo menor de edad.
La fiscal del caso puso de presente la declaración del niño quien detalló los continuos ataques violentos de Parra hacía su mamá, así como los celos excesivos que lo llevaron a prohibirle que se viera con sus amigos y familiares.
“Hace unos cuatro meses empezaron a generarse estos hechos de violencia porque él era muy celoso con su mamá. No la dejaba salir con sus amigos, y cuando salía, la regañaba, le peleaba y la gritaba", dijo la delegada del ente investigador citando la entrevista que rindió el menor en compañía de un funcionario del ICBF.
Por este comportamiento, Ángela ya había tomado la decisión de irse de la casa que compartía con Parra y había adelantado todos los trámites para arrendar un apartamento.
La noche del 16 de octubre le puso de presente su decisión, a lo que el hombre respondió con ataques verbales que se transformaron en violencia física con una de las hacas que coleccionaba.
“Cuando él intenta salir de la habitación, es abordado por Miguel Camilo Parra, quien tenía una hacha en la mano y lo empuja al cuarto como para que él no salga y se quedó sosteniendo la puerta".
“Después logró bajar y salir de la habitación y ahí es cuando encuentra a su mamá ensangrentada, inconsciente, y es donde el marca el 123. En ese momento Miguel Camilo Parra amenaza al niño con el hacha y le dice que no puede decir nada, o si no, le va a pasar lo mismo (…)".
Después de esto, el hombre le pasó el teléfono y empezó a marcar para pedir ayuda.
"El mismo niño describió cómo cada elemento, cada hacha, y cómo vio al ciudadano con sangre en sus manos en sus prendas de vestir".
La Fiscalía General le imputó el delito de tentativa de feminicidio agravado, el cual no aceptó.