Los médicos son unos berracos: la lucha de Mauricio Acosta contra el coronavirus en Bogotá
Durante la crisis por el coronavirus que enfrenta el mundo entero, los médicos, enfermeras, científicos y el personal sanitario se han convertido en los protagonistas de uno de los desafíos más grandes de la historia. Poniendo en riesgo su salud y trabajando sin cesar, los héroes sin capa, pero con bata blanca, dan una luz de esperanza en medio de tanta incertidumbre.
Mauricio Acosta Franco es médico geriatra egresado de la Pontificia Universidad Javeriana, en Bogotá. Desde su día a día contó cómo se vive la pandemia en la capital de Colombia. Además de atender pacientes, lucha a diario para proteger a su familia del COVID-19.
Aseguró que lo más importante y el mejor antídoto contra el coronavirus es el aislamiento y el lavado de manos. Le preocupa que la conciencia de las personas no sea suficiente y que la curva de casos siga aumentando.
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Trabaja en el Hospital Cardiovascular del Niño de Cundinamarca. De acuerdo con Mauricio, pese a que en el centro médico recibe la indumentaria necesaria para enfrentar el virus, lamentó que el vínculo laboral de los profesionales de salud en el país sea tan complicado, pues la mayoría de contratos son por prestación de servicios, es decir, no tienen vacaciones ni reciben incentivos como primas.
"Para mí, nuestro sistema de salud es uno de los mejores que tiene América Latina. Sin embargo, tiene falencias en la atención oportuna en especialidades a las personas, además de en la protección y vínculo laboral".
Como muchos colombianos, el doctor teme de llegar a casa e infectar a su familia. Especialmente a su abuela, de 95 años. Por ello decidió no visitarla durante estos días.
"Mi abuelita es una persona mayor y uno de mis mayores temores es llegar a contagiarla. Por eso no la visitaré hasta que no contemos con una vacuna que nos proteja a nosotros. Yo estoy donde estoy por ella y espero que Dios nos proteja de esta enfermedad y nos permita volver a compartir en familia, como antes lo hacíamos".
¿Cómo es su día a día como médico?
"No han variado mucho, son similares a los anteriores de nuestra vida profesional usual. Esta enfermedad está en una fase de expansión, tenemos pacientes, pero el número de pacientes no se ha incrementado con un número significativo. Nuestras jornadas han cambiado con el fin de que nos veamos menos expuestos a personas que se encuentran contagiadas. Además para evitar que la expansión del virus sea mayor. Hasta ahora está empezando a crecer la curva epidemiológica de la patología, por ende el numero no ha sido tan significativo como en otros países".
¿Cree que las medidas del Gobierno han sido adecuadas y oportunas?
"Las medidas han sido adecuadas. Desafortunadamente, para mí el Gobierno debió cerrar las fronteras más rápido y se ha debido implementar la cuarentena un poco más rápida. Sin bien las medidas han sido correctas, debieron ser más estrictas ya futuro deben ser más radicales. Sabemos que esto no es fácil por el proceso económico que sufre el país y por la devastación que esto está generando en nuestra economía. Sin embargo, estas permiten tener capacidades para atender a quienes se enfermen y brindarles atención con todos los recursos que requieren".
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¿Lo capacitaron?
"Hemos recibido capacitación. Como médicos hemos estado buscando información de fuentes adecuadas para de esta forma poder atender de la mejor forma a quienes lleguen con la patología. Las entidades también nos han brindado aportes importantes para el manejo de la enfermedad".
¿Cree que la situación afecta la salud mental?
"La salud mental se ve afectada sobre todo en las personas proclives a no tener u buen control de sus emociones. No todas las personas se enfrentan a las enfermedades y condiciones que generan el aislamiento, por ejemplo. No es lo mismo para un adulto mayor, que para una persona joven, que por lo general está acostumbrada a salir. Hay quienes se ven seriamente afectadas".
¿Y los remedios caseros?
"Estas medidas no tienen ninguna evidencia científica, no creo que tengan ninguna efectividad. Lo que se debe hacer es implementar las medidas que ha dicho el gobierno y profesionales de la salud. Por ejemplo, el lavado de manos y uso de tapabocas. Algo importante es no suspender los medicamentos para evitar traslados a hospitales. Recomiendo que si se le acabó el medicamento, no espere a que la EPS se lo de, si puede, cómprelo. Esta puede ser la diferencia en que adquiera o no la enfermedad".
¿Qué opina de la discriminación -por estos días- al personal de la salud?
"Me parece terrible, son acusaciones sin sentido. Nosotros como médicos damos ejemplo. Nos ven en la calle con el uniforme, pero claramente no es el mismo que usamos dentro del hospital. Nosotros, más que cualquier otra persona, nos cuidamos con exceso. Si hay quienes sean estrictos con los cuidados, somos los profesionales de la salud. Esto es extremo, no tiene justificación".
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¿Tiene miedo?
"El miedo siempre va a estar ahí, pero como médico lo sé enfrentar y afrontar en otras oportunidades. Lo que sí tengo en cuenta es estar muy pendiente y juicioso siguiendo las recomendaciones de seguridad, no solo dentro del hospital, sino en mi casa".
A propósito de las noticias que rondan sobre el médico William Gutiérrez, que falleció en la UCI del Hospital Militar a causa de una neumonía, que aseguran que pudo contagiar al personal médico de la institución, Mauricio aseguró que es irresponsable dar conjeturas sin una investigación a fondo.
"Es difícil saber si el fue quien contagió a su colega o si fue durante el ejercicio de la profesión médica que se enfermó. Esto debe llevar una investigación a fondo. No se pueden dar juicios de valor, y menos en estos casos".
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¿Cómo se cuida y a su familia?
"Con nuestra práctica ya estamos muy acostumbrados. Además de la higienización constante de manos, cuando llego a mi casa -sin tocar nada- me dicho y posteriormente tengo contacto con mi familia. Tenemos que ser muy cuidadosos".