Las aguas del río Neusa corren por el municipio de Cogua, Cundinamarca. Un río que puede resultar afectado si se acepta la solicitud de una licencia ambiental para la explotación de gravilla a gran escala. De ser así, habrá cráteres de más de ocho metros de profundidad al lado y lado de uno de los mayores proveedores de agua de Cundinamarca.
Mario Cubillos, ingeniero forestal de profesión, explicó que la magnitud del temor por esta situación tiene que ver con "la expansión minera, la intervención minera que se llevaría a cabo sobre el río Neusa con más de 179 hectáreas. La solicitud de licencia ambiental es para el título minero EIJ-151 que busca la explotación de gravilla y arcilla, básicamente”, comentó.
Y, agregó, que “esta intervención minera implicaría una serie de afectaciones sobre la cuenca que al año está registrando un flujo de visitantes que supera las 90.000 personas”.
Le puede interesar: Regresar a trabajar en una mina después de la tragedia
El río Neusa además de nutrir al río Bogotá, mantiene vivos los cultivos de fresas, hortalizas y rosas de cerca de 300 familias que perciben su sustento de estas labores y que quedarían dentro del título minero en caso de ser aprobado. Alrededor del río Neusa también se desarrolla actividades de ecoturismo.
“Todo este valle se perdería, todos esos paisajes, esos bosques, la orilla del río, todo se perdería. La gente no vendría acá, el turismo se vería afectado”, explicó Juan Miguel Atuesta, gerente de desarrollo económico y ambiental de Cogua.
Preocupación en Cogua, Cundinamarca, por posible explotación minera alrededor del río Neusa
Lo que los pobladores llaman ‘la amenaza al río Neusa’ surgió en el 2019 cuando en la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca se solicitó una licencia ambiental para la explotación de materiales de construcción, grava y arcilla, específicamente en las veredas Patasica y Neusa. Desde entonces, los coguanos han acudido a una serie de mecanismos legales y sociales para demostrar lo que según ellos serían los perjuicios que esta explotación causaría.
“Tenemos serpiente sabanera, cangrejo sabanero, pez capitán; tenemos varias especies de aves y animales en estos bosques, tenemos la orquídea endémica, tenemos tantas especies que se afectarían y desaparecerían por este título”, continuó diciendo Juan Miguel Atuesta.
Recorrimos toda la zona que sería de extracción en caso de que se apruebe el título minero EIJ-151. Todo es verde, hay ganado, hay campos llenos de frutos, hay tránsito de ciclistas, y hay comercio, como el restaurante ‘La Chocita’, que durante 40 años ha estado abierto, generando más de 30 puestos de trabajo, un lugar que desaparecería con una posible explotación minera.
Fernando Nieto, propietario del lugar, manifestó que está “exactamente en el título minero. Tocaría mirar que nos ponemos a hacer, todos estamos aterrados”.
En otras noticias: Millones de cuentas de Twitter serán eliminadas: atento si está la suya
Más adelante está el negocio de postres y almojábanas, 'Topotoropo'. Un local antiguo, punto de encuentro de deportistas y de quienes buscan escapar del ruido de las ciudades grandes. Ederman Castro, es propietario del lugar, y señaló que “obviamente si vienen ciclistas es por el paisaje, si viene gente de Bogotá es porque busca salir un poco de la rutina, de la contaminación, de los trancones, del estrés que se maneja en la capital; por eso se acercan a Cogua a respirar aire puro, y la minería a cielo abierto afectaría el paisaje y la contaminación del aire”.
En Cogua desde hace varios años hay explotación minera. Según la alcaldesa Flor María Murcia, la cuota del municipio en este sentido ya está dada.
“La minería es un sector de Cogua, pero es que ya la cuota la dimos. En el polígono que tenemos en la vereda El Olivo y en toda esa zona, hay una explotación para más de 200 años; entonces, creemos que la cuota minera de Cogua está dada, nos corresponde a nosotros como alcaldes defender el territorio porque esto es vida”, enfatizó la mandataria.
Es por eso que, sin dudar y desde hace mucho tiempo está haciendo un llamado a las autoridades ambientales para que no permitan que un río y un paisaje natural sea amenazado por un título minero.
“Hola ministra Susana, soy Flor María Murcia, alcaldesa de Cogua. Quieren convertir el valle aluvial del río Neusa en una cantera. Nuestros estudios demuestran el daño irreversible que esto causaría no solo al municipio de Cogua sino a la sabana centro y lo ratifica la CAR en su concepto técnico. CAR, niegue la licencia ambiental del título minero EIJ-151, debemos ser consecuentes con los postulados del presidente Petro”, dice con contundencia, dirigiéndose a la ministra Irene Vélez.
En Cogua, un municipio de 24.000 habitantes, la bendición es el agua, según dicen sus pobladores, y "su maldición", los minerales que hay en sus entrañas.