La Nacho le apuesta a atender pacientes en UCI con música, juegos y hasta mascotas

“Fueron los mismos familiares lo que nos decían 'nosotros le podemos echar la crema en el cuerpo' y les respondíamos que sí, porque nuestro auxiliar de enfermería también se la echan, pero tiene que hacerlo de una forma más rápida, porque la fila de pacientes es mayor. Pero si es un familiar o un hijo que le está echando la crema a sus padres, él va a sentir el contacto, que esa persona que tiene sedantes pueda sentir que alguien especial la está tocando y consintiendo”, explicó.

Las mascotas, gran ayuda

Pero una de las iniciativas importantes es el ingreso -por primera vez- de mascotas como los perros, con todas las medidas de bioseguridad a visitar a los pacientes.

“La primera mascota que ingresó al hospital fue a un cubículo de Cuidados Intensivos, con una señora que estaba entubada con ventilación mecánica y el esposo nos pidió que si era posible entrar al perro porque era su consentido”, aseguró.

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Sostuvo que para él, y para el personal médico, fue muy emocionante ver la reacción del perro, pero también de la señora, al sentir la presencia de su adorada mascota.

“Nos asesoramos con veterinarios, primero para preguntar qué tipo de mascota podríamos entrar y qué cuidados debemos tener con las mascotas, los pacientes”, señaló el médico Pérez.

Agregó que "se definió que en la entrada de la Unidad de Cuidados Intensivos se les limpia las patitas. Y cuando van a salir también, se les hace el mismo procedimiento de limpieza para que no se lleven ningún virus que los pueda hacer daño".

Juegos, lectura y música

A esto se le suman estrategias literarias y musicales, con las que los profesionales de la salud le apuntan a humanizar la atención médica.

“Tenemos un psicólogo músico, terapeuta que va de cubículo en cubículo, tocando un ukelele o un violín, para que los escuchen los pacientes de las Unidades de Cuidados Intensivos y en las salas de espera”, explicó.

Apuntó que también se tienen lecturas que acompañan, en las que participan los estudiantes de la Universidad Nacional, no solo los de medicina, sino que y también de otras carreras, que van y se sientan con los pacientes a leerles.

“También se puede ir a jugar dominó con los pacientes e interactuar con ellos, y una de las cosas que hemos querido promover es el voluntariado, no solo es plata sino que también es tiempo, porque se debe tener en cuenta este para ayudar a otras personas e inclusive tenemos pacientes que han sobrevivido que vuelven a cumplir con esa labor de acompañar a alguien en la Unidad de Cuidados Intensivos”, recalcó.

Pero, sin duda, los familiares y cuidadores como Nelcy Flores son los más emocionados con estas estrategias de humanización al permitirles ver a los pacientes hasta el último momento de su vida.

“Permitieron en los momentos más críticos de mi suegro que entrarán todos los familiares, además el médico estuvo pendiente todo el tiempo y nos colocaron sillas para que estuviéramos acompañando a nuestro ser querido en un momento difícil, por lo que para nosotros fue una experiencia maravillosa”, recordó.

El decano de la facultad de Medicina de la Universidad Nacional, Fernando Galván, afirmó que estas experiencias exitosas se vienen desarrollando en los hospitales de Cundinamarca, sin embargo, la meta es ampliarlas a nivel nacional.

“Tenemos una estrategia llamada humanización en salud, basada en tres ejes, el primero la humanización en la atención en salud, que son los pacientes, los familiares y cuidadores y todas las acciones que se hacen para que se tengan una empatía con ellos, y tenemos dos ejes adicionales que son la humanización en la educación en salud y el tercero es la humanización en la calidad de vida a través del ejercicio de los profesionales de la salud”, indicó.  

Estas experiencias exitosas en los hospitales, muestran que sí es posible humanizar la atención en salud, en momentos críticos que viven muchas familias angustiadas por la salud de sus seres queridos que reclaman no solo atención médica, sino que también amor y acompañamiento de sus seres queridos al estar frente a una luz de esperanza para sobrevivir o la posibilidad de un último adiós.