La Secretaría de Ambiente de Bogotá realizó un operativo para sellar parte de las obras que se adelantan en el humedal Juan Amarillo, que buscan construir un ciclo-puente que conecte las localidades de Suba y Engativá.
Esta semana, la alcaldesa de Bogotá, Claudia López, se había reunido con la comunidad de la zona aledaña al ecosistema para buscar salidas jurídicas que permitieran frenar la obra, pese a que está adelantando en más del 50%.
Esto luego de que, el pasado mes de abril, la Subdirección de Control Ambiental asegurará que el Acueducto no cumplió con la obligación de no construir estructuras en los jarillones del humedal.
“Esta situación acabó contribuyendo con una conducta al deterioro de la calidad de los bienes de protección de la Estructura Ecológica Principal, con ocasión de las construcciones que se adelantan en este ecosistema”, se cita en uno de los apartes del documento de la entidad.
Según la misma misiva, hubo una afectación en el cauce y en la ronda hidráulica, a lo largo de los 1.200 metros. “Como se pudo comprobar, la obra tiene de forma totalmente antitécnica escombros, basuras, acopio de materiales e incluso baños instalados, justo al lado de los cuerpos de agua y del humedal”, se señaló.
En otro de lo apartes se especifica que “no hubo presencia de zanjas perimetrales, ni rejillas de contención, ni geotextiles en ninguna de las obras, ni zonas de acopio. Los ingenieros de la obra manifestaron que no daban cumplimiento a la obligación supuestamente por que la obra no generaba sedimentos”.
Esto quiere decir que la obra no cuenta con ninguna de las estructuras anteriormente mencionadas para evitar que sedimentos afecten los cuerpos de agua. “Tampoco se hacen las correspondientes humectaciones para disminuir la contaminación y afectación a la vegetación y a la fauna generada por partículas de polvo”.
Con relación a las obras que se encuentran en estudios y diseños pero que no han arrancado su ejecución, la alcaldesa López dijo que las mismas se ajustarán a la política de humedales de manera concertada con los contratistas, como es el caso de Fucha y Córdoba, donde ya se avanza en ese proceso.
“Las obras tendrán que ajustarse al cuidado de los humedales, como lo dice la sentencia judicial que determinó la nueva política. Son las obras las que se tienen que ajustar a la política de humedales y no al contrario. Todas las obras que inicie esta administración, se harán respetando la estructura ecológica principal y la nueva política de humedales”, enfatizó.