Obrero se bajó varios tragos con amigos y terminó muerto en la poltrona de su casa
A un maestro de la construcción que se ganaba la vida pintando casas, lo sorprendió la muerte en las últimas horas cuando al llegar ebrio a la residencia de la localidad de Bosa, suroccidente de Bogotá, y ver que su mujer dormía, decidió sentarse en una silla de la sala en donde quedó dormido para siempre.
El terrible hecho le ocurrió a Herman Reinoso, de 54 años de edad, quien el pasado fin de semana departió varios tragos con amigos, pero al salir del nocturno negocio y tomar rumbo a su vivienda en el barrio El Recreo y llegar a la misma, la muerte lo sorprendió.
Según allegados al señor Reinoso, el obrero se sentó en la poltrona y quedó profundo por la ingesta de licor, pero al otro día en la mañana al verlo su esposa descansando, no lo quiso despertar y salió al trabajo.
La señora regresó de sus labores en las horas de la tarde y lo encontró en la misma silla y la misma posición y eso la llevó a pensar que algo raro estaba pasando.
La ciudadana se acercó al parroquiano y al verlo pálido y frío pegó el grito para que los vecinos le ayudaran en esos difíciles momentos.
Unidades de criminalística arribaron al lugar en el laboratorio móvil para adelantar las labores de inspección y traslado del cadáver a la sede de Medicina Legal en donde forenses de turno trataran de establecer si fue un fulminante infarto que se llevó para siempre de este planeta a don Herman mientras dormía.