En la carrera séptima con calle 165 en el norte de la capital, se esconde un tenebroso manicomio que lleva muchos años abandonado y los pocos que conocen su historia afirman que allí se vivieron hechos escalofriantes.
Lea también: [Video] Mujer, poseída por satán, rompió estatua del Divino Niño que reposaba en una iglesia
Se dice que este enorme terreno le pertenecía a los feligreses de Usaquén y fue el hogar del Monseñor Emilio De Briagh, uno de los sacerdotes más importantes de Bogotá, hasta el día de su muerte. La casa, que fue construida en 1940, tenía un diseño colonial y según versiones, contaba con una gigante piscina de agua natural que bajaba de la montaña y unos jardines hermosos.
Manicomio abandonado en Bogotá
En los años 80's, luego de que el monseñor la dejara, se convirtió en el primer manicomio de la ciudad que le prestaba sus servicios a enfermos mentales y drogadictos; este tenía como nombre Clínica ABC Servitá.
Los habitantes de Usquén relatan que en este lugar se trataba a los pacientes con electrochoques y a las personas que eran consideradas como peligrosas las encerraban en cuartos que funcionaban como una celda. Asimismo, tenían sótanos para aislar a los niños y adolescentes que necesitaban atención.
Le puede interesar: Salud mental en Bogotá: Pille dónde quedan las unidades móviles
Hoy en día, la clínica ABC, se está cayendo a pedazos debido al olvido en el que se mantiene y solo queda el rastros de los torturas que se perpetraban y los fantasmas de todos los pacientes que vivieron estos escalofriantes tratamientos.
Un dato importante, es que desde el 2008 la vivienda fue declarada como patrimonio arquitectónico de Bogotá. En un video compartido en redes sociales por Kevin Bolaños, se asegura que el lugar está custodiado por perros peligros y nadie, absolutamente nadie, puede entrar.
@kevin.bolanos Un Manicomio abandonado #bogotá #lugaresabandonados #colombia ♬ sonido original - Kevin Bolaños