A instancias de la Comisión Segunda del Senado de la República, la Policía Nacional explicó las actuaciones de los uniformados durante las protestas ciudadanas que se adelantaron en Bogotá y otras regiones del país la semana pasada.
En esta rendición de cuentas, el director (e) de la institución, general Gustavo Moreno, afirmó que los hechos de violencia no fueron aislados y no estuvieron enmarcados dentro de lo que se puede denominar como una protesta pacífica.
Según el general Moreno, lo ocurrido puede ser catalogado como un segundo ‘Bogotazo’, por ser uno de los hechos de violencia más importantes de la historia.
“Algunos referenciaban estos hechos, lo más próximo, a la toma del Palacio, pero los que estudiamos un poco más y hemos tenido la oportunidad de conocer la violencia en Colombia, tuvimos la percepción de que se pudiera tratar de un nuevo ‘Bogotazo’”, indicó.
El director (e) de la Policía también entregó explicaciones sobre por qué los uniformados tenían armas durante las movilizaciones de la semana pasada.
Según el general Moreno, los efectivos fueron sorprendidos con las protestas cuando estaban prestando servicio en los CAI, en donde tienen el deber de portar armas de fuego para poder enfrentar a la delincuencia y evitar problemas de seguridad.
“Por ello los policías estaban armados, tenían pistola, una pistola que les entregó el Estado. Ellos fueron sorprendidos de forma abrupta por una forma de violencia, con una alineación sistemática, por eso decimos que ese ataque no fue espontáneo porque se vio simultáneamente en diferentes CAI, observando unos comportamientos específicos”, sostuvo.
También afirmó: “La condición misma de que el policía use el arma de fuego no constituye una ilegalidad en sí, por eso están las condiciones de tiempo, modo lugar y esas circunstancias que están enmarcadas y definidas en el Código Penal, reglamentos y protocolos, que le dicen al policía cuando puede hacer uso del arma de fuego para que ese hecho no se convierta en una ilegalidad y una violación a los Derechos Humanos”.
Dijo que durante los hechos violentos de la semana pasada, fueron afectados 79 CAI, de los cuales 40 fueron incendiados y 39 vandalizados.
También reveló que las investigaciones demuestran que 39 policías aceptaron haber accionado sus armas de fuego durante las manifestaciones, las cuales ya están en poder del cuerpo de información criminal y de la Fiscalía General de la Nación.
Además, entre los años 2019 y 2020 se han abierto 353 investigaciones, en las cuales están siendo indagados 283 funcionarios por abusos de autoridad. De esos procesos disciplinarios, hay 54 que corresponden a los hechos que se registraron el pasado 09 y 10 de septiembre.
Durante el debate, el presidente de la Comisión Segunda del Senado, Juan Diego Gómez, pidió no señalar a la Policía Nacional como la responsable de lo ocurrido.
Según Gómez, se debe determinar quiénes son los responsables de los abusos de autoridad que se cometieron la semana pasada, para que puedan responder ante la justicia.
“Plantear hoy que todo esto amerita un comportamiento criminal desde la Policía, creo que no le hace bien a la institución y plantearía también con respeto que no se le puede poner un tinte ideológico a la discusión, creo que una reforma a la Policía ya se ha discutido por años”, sostuvo.
Manifestó que deben ser las autoridades las que entreguen las conclusiones respectivas sobre lo que realmente sucedió durante las manifestaciones ciudadanas que terminaron en hechos violentos.