Un dato importante revela que, en los últimos cinco años, la ciudad de Bogotá ha recaudado $153.923.140.000 por servicios de patios y grúas, un monto significativo que ha sido distribuido de manera desigual, según destacó el concejal Fernando López.

La Secretaría Distrital de Movilidad, encargada de gestionar el tráfico y la movilidad urbana, recibe apenas el 17,7% de estos ingresos, mientras que el concesionario GYP Bogotá S.A.S se queda con la mayoría del 82,3%, lo que equivale a $126.678.744.220, subrayó López.

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Ante esta situación, el concejal ha solicitado a la Contraloría de Bogotá una revisión exhaustiva del equilibrio económico del contrato de concesión. López ha denunciado que este reparto desproporcionado favorece al concesionario privado en detrimento de los intereses públicos, dejando solo $27.244.395.780 a la Secretaría de Movilidad, lo que cuestiona la justicia y transparencia en la negociación de este tipo de contratos.

"La ciudadanía no puede seguir soportando este descarado saqueo de sus bolsillos", afirmó López, insistiendo en la necesidad de revisar urgentemente los términos contractuales para garantizar una distribución más justa y equitativa de los recursos.

Tarifas en grúas estarían afectando especialmente a moteros

Las tarifas aplicadas para el servicio de grúas en 2024 añaden otra capa de controversia. Se ha revelado una diferencia inexplicable de 17.000 pesos entre el costo de remolcar un automóvil y una motocicleta, una disparidad que nadie ha podido justificar adecuadamente. Esta diferencia tarifaria ha sido percibida como una persecución a los motociclistas, aumentando la indignación ciudadana.

La ciudadanía está cada vez más frustrada al ver cómo sus impuestos no se reinvierten en el mejoramiento de la movilidad urbana. La discrepancia en las tarifas y la distribución desproporcionada de los ingresos se consideran un abuso que no puede continuar.

La recaudación de ingresos por servicios de patios y grúas tiene como objetivo mejorar la infraestructura y los servicios de movilidad en la ciudad. Sin embargo, con una parte tan significativa de estos fondos yendo a manos privadas, los beneficios reales para la ciudadanía son mínimos. Los fondos recibidos por la Secretaría de Movilidad son insuficientes para abordar los numerosos desafíos de la ciudad, como la congestión vehicular, el mantenimiento de las vías y la expansión del transporte público.

Varios ciudadanos han expresado su descontento a través de las redes sociales y en foros públicos. Juan Carlos Martínez, un residente del centro de Bogotá, comentó: "Es inaceptable que la mayor parte de nuestros impuestos termine en los bolsillos de un concesionario privado en lugar de ser utilizados para mejorar nuestras calles y servicios."

Organizaciones ciudadanas y colectivos de motociclistas han comenzado a organizarse para exigir una revisión de las tarifas y una redistribución más equitativa de los ingresos generados por los servicios de patios y grúas. Estas organizaciones planean realizar manifestaciones y presentar peticiones formales a las autoridades municipales.

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La distribución desigual de los ingresos por servicios de patios y grúas en Bogotá es un problema que exige una solución inmediata. Por eso, la ciudadanía, representada por figuras como el concejal Fernando López, está demandando transparencia y justicia en la gestión de estos recursos. La diferencia injustificada en las tarifas de grúas y la enorme cantidad de dinero que va a parar al concesionario privado son señales claras de que es necesario un cambio.