"Sé que la pandemia es grave, pero tengo que llevarle comida a mis hijos": Vendedora ambulante en Bogotá
"Nos toca salir o salir porque no tenemos la posibilidad de hacer un mercado como otros sí lo hicieron", dijo Jenny Segura, vendedora ambulante de frutas en el barrio Restrepo de Bogotá.
Jenny no alcanza los 30 años dice que tiene tres hijos y ellos dependen del dinero diario que haga en la calles para comprar alimentos de ocho a seis de la tarde.
"Sé que lo de la pandemia es muy grave pero es más grave que yo no lleve dinero para mis hijos", indicó al tiempo que dijo que saldrá a las calles durante la medida preventiva de aislamiento obligatoria.
Leidy Cardona vende joyas en acero en las calles y afirma que no puede obedecer el aislamiento porque, "con qué le doy de comer a mis hijos, yo vivo del sustento diario".
En la tarde de este jueves por lo menos unos 20 vendedores ambulantes de esta zona, estaban reunidos, hablando sobre qué hacer ante la medida adoptada por el Distrito.
Según el Instituto Para La Economía Social, Bogotá tienen de 20.373 vendedores informales censados. Es decir, al parecer, también habría un subregtistro.
Vendedores ambulantes mayores de 70 años
Francisco tiene 73 años. Vende dulces que carga en un cajón azul caminando por todo el sector comercial del barrio Restrepo.
"¿Si me quedo en mi casa, quién me va a mantener?", responde cuando le preguntamos por las medidas de aislamiento obligatorio en su caso.
“Cómo me voy a quedar en la casa, quién nos mantiene?”, me cuenta don Luis Eduardo de 82 años, vendedor de lotería en Bogotá. Para algunos, la pandemia del #coronavirus no es tan abrumadora como la posibilidad de NO llevar dinero a la casa para comer. pic.twitter.com/3vjPLRb4Ki
— Carolay Morales (@CarolayMorales) March 16, 2020
Cuenta que además, "para completar, las ventas han estado muy bajitas. Ya no vendo lo mismo que antes y si no vendo, no como".
Don Francisco resalta no solo por su apariencia cansada a sus 73 años, sino porque en la punta de su nariz tiene lo que pareciera ser una enfermedad grave que no ha podido ser tratada.