Se salió a fumar a la calle para espantar el frío, pero atrajo a banda de ladrones

Según se pudo establecer, el hombre, de quien se guarda en reserva su identidad por razones de seguridad, en las horas de la noche para no incomodar a los demás moradores del predio donde reside, por el humo y olor a nicotina, salió a la puerta del predio para fumarse el pucho, pero en un ‘abrir y cerrar de ojos’ se le aparecieron los ‘choros’. 

El parroquiano de abundante y tupida barba, estaba sentado en una piedra como lo hacía el mitológico Mohán, cuando le llegaron por detrás al menos cuatro pillos, quienes lo redujeron y luego lo cascaron. 

Al pobre barbudo lo acostaron boca abajo, lo requisaron, le sacaron sus artículos de valor de los bolsillos, entre ellos el celular y hasta el encendedor y luego lo encendieron a pata y puño. 

Mientras los salvajes rateros emprendieron la huida, el pobre señor como pudo y quejándose del dolor se paró para avisarle a los parientes de lo ocurrido. 

Al lastimado lo llevaron de urgencia a las instalaciones de un centro asistencial en donde médicos y enfermeras de turno lo recuperan de a poquitos.