En el municipio de El Banco, Magdalena, una mujer cogió a piedra a una lechuza porque pensó que se trataba de una bruja. Amarró el ave a un árbol, con el fin de defenderse de una supuesta brujería, y empezó a lanzarle piedras.
La comunidad llamó a la Policía por el acto de maltrato, pero cuando los uniformados llegaron al sitio, el ave ya había muerto. La lechuza no resistió los golpes frenéticos de mujer, que con ese acto violento buscaba protegerse de la supuesta magia negra.
Según indica la Corporación Autónoma y Regional del Magdalena (Corpamag), en esta zona del país, como parte de la cultura popular, muchas personas asocian a este tipo de animales con la brujería, y esto hace que la caza, el maltrato y la matanza de lechuzas y búhos aumente.
Sin embargo, estas aves no representante ningún peligro para la sociedad; al contrario, pueden traer muchos beneficios para las personas. Por ejemplo, una lechuza consume unos 1.000 roedores por año, lo que da equilibrio al ecosistema y a la cadena alimenticia, explica Corpamag.
Por otra parte, esas aves tiene habilidades que les permiten detectar contaminantes y químicos, de modo que pueden ayudar a preservar los buenos ecosistemas de las comunidades.
Pero el gran problema es que las lechuzas y los búhos e están extinguiendo por la deforestación y los incendios forestales que afectan sus entornos naturales.
Finalmente, la Corpamag invitó a las ciudadanos a proteger a los búhos y las lechuzas, y a entender que su protección debe estar por encima de supersticiones y creencias para que casos extremos de personas que matan aves a pedradas no se vuelvan a presentar.