Unos ladridos desesperados de varios caninos, acompañados de unos gritos de auxilio de una mujer adulta mayor alertaron a la comunidad del barrio Panorama de Chinchiná, quienes al sospechar que algo pasaba llamaron a los bomberos y a la Policía para que se percataran de lo que estaba sucediendo al interior de la casa de doña Graciela Bermúdez, de 80 años.
Los socorristas y patrulleros que llegaron al sitio ingresaron a la vivienda y en una de las habitaciones tuvieron que volar la cerradura de una puerta metálica. Al abrir sintieron un fuerte olor a excrementos y orina y de inmediato escucharon los quejidos de la abuela Graciela, quien estaba encerrada con ocho perros, en ese cuarto oscuro, sin ventanas a la calle ni luz de ninguna clase.
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Uno de los patrulleros que estaba en el operativo, manifestó que tan pronto vio a la señora tendida en el piso, en condiciones de salubridad tan precarias, se lanzó a cargarla para sacarla hasta la ambulancia de los Bomberos que estaba parqueada afuera de la casa.
A la abuela la trasladaron al Hospital San Marcos de Chinchiná donde la valoraron y le diagnosticaron un cuadro leve de deshidratación, además de hambre, por el largo periodo de tiempo sin ingerir alimentos ni bebidas.
La adulta mayor le manifestó a los policías y al personal médico que un nieto con el que convive fue el que la metió en ese lugar con las ocho mascotas y la dejó encerrada con candado. La señora agregó que desconoce el paradero de su familiar.
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La mujer continúa recibiendo asistencia médica y social en una institución de Chinchiná, además los uniformados que la rescataron están pendientes de su estado de salud.
Por su parte los ocho perros quedaron a disposición de la Secretaría de Gobierno del municipio, entidad que se encargó de la atención veterinaria de los animales y del traslado a un albergue.
La Policía de Caldas les envió un mensaje a los ciudadanos para que denuncien cualquier manifestación de maltrato en contra de los adultos mayores.