El mancito que pasó de ser un crack de los mundiales a conducir en Uber
Hakan Sukur nunca imaginó que su vida daría un giro tan inesperado al pasar de ser el máximo goleador de la selección de Turquía a un exiliado en Estados Unidos tras denunciar varios casos de corrupción en su país.
Sukur, quien también militó en el Galatasaray, Torino, Inter de Milán y Sakaryaspor, se convirtió en el autor del gol más rápido en la historia de los Mundiales al marcar el tanto a los 11 segundos frente a Corea del Sur, en el Mundial de 2002.
Sin embargo, su vida tuvo un cambio radical luego de su retiro del fútbol en 2008 y su decisión de ingresar a la política.
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El futbolista de 48 años entró al partido politico AKP, liderado por el actual presidente otomano Recep Tayyip Erdogan, en 2001, sin embargo, dos años después Sukur tuvo que renunciar debido a varios escándalos de corrupción relacionados con el fútbol.
"Ahí comenzaron las hostilidades. La boutique de mi esposa fue apedreada, mis hijos fueron acosados y mi padre, encarcelado", aseguró el deportista en una entrevista al medio alemán Welt amm Sontag.
De acuerdo con el relato de Sukur, desde ese momento su vida y la de su familia se convirtió en un “auténtico infierno” al ser víctima de persecución. "No me queda nada en ninguna parte del mundo. Erdogan me quitó todo. Mi derecho a la libertad, el derecho a explicarme, a expresarme, el derecho al trabajo", indicó.
Una vida en el exilio
Sukur tuvo que emigrar a Estados Unidos en 2015. Su vida ahora se enfoca en tratar de salir adelante junto a su familia como conductor de Uber y vendedor de libros en Washington. Sin embargo, su pasado político le volvió a jugar una mala pasada, incluso en el exilio.
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Antes de dedicarse a la conducción, el exjugador decidió emprender con una cafetería en California, pero las represalias de Erdogan no se hicieron esperar y tuvo que ser cerrada luego de una fotografía que se tomó Sukur con un seguidor que tiempo después fue encarcelado en Turquía.
Ahora lejos del país que lo vio nacer como una gloria del fútbol, el deportista pasa los días frente a un volante para sobrevivir junto a su familia y no deja de lado la posibilidad de volver algún día a su país. "Regrese a la democracia, la justicia y los derechos humanos. Sea alguien que esté interesado en los problemas de las personas. Conviértase en el presidente que Turquía necesita".