Crystal Coombs, es una mujer estadounidense que sufrió un grave ataque de perro y desde entonces le empezó a crecer vello púbico en una parte de su cara, dejándola horrorizada por completo.
Cuando era tan solo una niña de 9 años, Crystal fue atacada por un canino, razón por la cual tuvo que ser intervenida de urgencia, durante su estadía en el hospital los médicos decidieron ponerle un injerto de piel en la parte del rostro que el perro había arrancado.
Años después, la mujer atacada descubrió que en el injerto de piel le crecía vello púbico porque el pedazo de piel con el que le hicieron el injerto se lo habían sacado de su ingle.
Por esta razón, Crystal decidió buscar ayuda médica para darle solución a su problema que tanto la había atormentado durante años gracias a la mordedura de un pitbull.
Al principio, ella se depilaba esa zona para retirarse los pelos que le salían, sin embargo con el paso del tiempo se fue convirtiendo en un verdadero problema, según relató Crystal a los medios locales.
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Además, la estadounidense no era la única que se estaba viendo afectada por ese problema, pues su hija estaba sufriendo de burlas por parte de sus compañeros del colegio y fue este motivo por el que Crystal tomó la decisión de terminar con el problema facial.
Fue entonces cuando Coombs asistió a un famoso hospital especializado en solucionar este tipo de anomalías, en donde los médicos revisaron su caso y le aconsejaron hacerse un procedimiento con el cirujano plástico que seguramente acabaría con su problema, sin embargo le advirtieron que sería un procedimiento riesgoso debido a que estaba muy cerca de la nariz y ojos.
“Si se altera, aunque sea un poco, puede cambiar toda la forma de la cara y verse muy deformada”, explicaron los especialistas.
Finalmente, la operación que consistió en cambiarle el injerto de piel, puesto hace 9 años, y en estirararle una parte de su mejilla, resultó todo un éxito dándole un cambió por completo a la vida de Crystal.