Mujer dejó a sus hijos encerrados durante 50 días y sufrieron una aterradora muerte
Por medio de redes sociales se dio a conocer un aterrador caso, en el que una mujer que odiaba a sus hijos los dejó abandonados durante 50 días, mientras se fue a trabajar prestando servicios sexuales y, lamentablemente, fallecieron dentro de su hogar solos sin nadie que los ayudara.
El aterrador caso conmocionó a toda la comunidad, puesto que sus vecinos y allegados comentaron que la mujer, en su afán de conseguir dinero, se metió a trabajar prestando servicios sexuales y en ocasiones visitaba a sus hijos para darles algo de comida con el fin de que dejaran de llorar, pues sus vecinos se quejaban en varias ocasiones por el abandono.
Sanae Shimomura al inicio dejaba a sus hijos con los abuelos o en ocasiones con su esposo, pero diferentes problemas en la relación hicieron que decidiera irse a vivir sola en un apartamento ubicado en Osaka, Japón. Allí se dio cuenta que su situación económica corría peligro, por esto, decidió buscar un trabajo que le diera buenos ingresos, así llegó a un bar donde tenía que coquetear con los clientes y le dejaban una buena recompensa.
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La mujer, que tenía en ese momento 23 años, se iba durante todas las noches y les dejaba pizza, golosinas y algo de tomar a sus niños para que comieran durante su ausencia, sin embargo, el llanto por la soledad retumbaba en los pasillos del edificio, al punto que los vecinos se quejaron en muchas ocasiones por este hecho.
Al inicio, la mujer se iba durante algunas horas, pero con el pasar del tiempo sus salidas eran cada vez más largas, siendo así, que los menores gritaban del desespero de estar sin su madre y hasta llamaban por medio del citófono de su apartamento para preguntar por su mamá.
La propia mujer en una ocasión intentó entregar a sus hijos a un hogar de paso, donde le brindaran el cuidado necesario, pues afirmaba que su situación no era favorable y prefería alejarse de ellos, sin embargo, no le prestaron atención a su solicitud.
Los días pasaban y el comportamiento de la terrible madre era cada vez peor, pues durante varias noches ni siquiera se apareció por su casa; sus vecinos la intentaban localizar, pero no era posible, ya que ella decidió irse por varios clubes para conseguir más dinero y se quedaba donde una amiga.
Unos de tantos días, las personas que vivían en el conjunto llamaron al Centro de Orientación Infantil de Osaka para que visitara el hogar y tomara cartas en el asunto. Durante casi un mes golpearon y buscaron la forma de entrar al lugar, pero nadie respondía en su interior.
La razón tenía que ver con que la mujer decidió colocar cinta adhesiva a la puerta de la sala, con el fin de que los menores no pudieran salir ni al baño ni por el resto de la casa.
Durante casi 50 días permanecieron allí abandonados, hasta el día en el que la mamá se enteró que el apartamento ya olía muy feo, ante eso quiso ir a verificar que había pasado con sus retoños. Al ingresar se encontró con una aterradora escena que parecía sacada de una película de terror, pues los menores estaban abrazados y en estado de descomposición.
A pesar de darse cuenta de la tragedia que había cometido ni si quiera se inmuto, pues prefirió irse de fiesta con uno de sus clientes y celebrar como si hubiese recibido una excelente noticia, siendo así que, por medio de su correo electrónico envió algunas fotografías en las que escribió que era una noche increíble de pura diversión.
Su amiga al darse cuenta de esto le dio aviso a las autoridades, quienes llegaron de inmediato al apartamento y vieron la lamentable escena.
La investigación se puso en marcha en esos días y se encontraron unas pistas aterradoras de como habían muerto los menores. Lo primero que se supo es que la causa de su muerte fue deshidratación e inanición.
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Los médicos forenses entregaron los espantosos detalles de lo que fueron sus últimos días. Según los expertos, al estar la puerta bloqueada, los niños no pudieron salir de la habitación al baño, por esto tuvieron que hacer sus necesidades por toda la sala y al faltarles la comida tenían que comer sus propios excrementos para intentar sobrevivir.
Por otro lado, dentro de la nevera no había comida ni bebida, por eso lamieron la escarcha de la nevera para intentar recibir algo de agua. Ante la ausencia de comida, la única salida que encontraron fue comerse lo condimentos que estaban y lamer todas las tasas de basura que encontraban por ahí.
La autopsia mostró que sus intestinos estaban casi destruidos ante la ausencia de comida, por esto se dieron cuenta de que llevaban varios días sin comer antes de su lamentable y tétrica muerte.
Por haber dejado a sus hijos en ese estado la mujer fue condenada a 30 años de prisión, sin embargo, nunca se mostró arrepentida y tan solo decía que ella no los había asesinado ya que, solamente los dejó encerrados.
El aterrador caso se dio a el 9 de junio del año 2010, sin embargo, la historia se viralizó en los últimos días y le dio la vuelta al mundo.