Siete meses de viaje espacial, décadas de trabajo y miles de millones de dólares invertidos para responder una sola pregunta: ¿existió alguna vez vida en otro lugar que no fuera la Tierra? La NASA trata de responder a esta cuestión con el aterrizaje el jueves de su último rover, el Perseverance.
"Viaje a Marte completado en 99,9%", tuiteó la agencia espacial estadounidense el jueves. "La parte más peligrosa llega al final: los últimos siete minutos".
La misión llevará a cabo una maniobra muy peligrosa el jueves, en el sitio de aterrizaje más arriesgado jamás intentado, debido a su relieve: el cráter Jezero.
Poco después de las 20H30 GMT, entrará en la atmósfera de Marte a una velocidad de 20.000 km/h protegido por su escudo térmico que se activará tras la apertura de un enorme paracaídas supersónico. Ocho motores que apuntarán al suelo lo frenarán y entonces sus seis ruedas descenderán, sostenidas por cables, hasta tocar tierra.
"Incluso con cielo despejado, aterrizar es la parte más peligrosa de la misión, y no podemos garantizar su éxito", recordó el miércoles en conferencia de prensa Allen Chen, responsable del descenso. De no haber contratiempos, las primeras imágenes podrían transmitirse poco después.
Por primera vez, la misión de la NASA tiene el objetivo explícito de encontrar rastros de vida antigua en el planeta rojo, recogiendo durante varios años una treintena de muestras de rocas.
Estas se traerán a la Tierra en una misión planificada para la década de 2030 para ser analizadas, y quizás finalmente poder responder a "una de las preguntas que nos han acompañado durante siglos, a saber, ¿estamos solos en el Universo?", dijo el miércoles Thomas Zurbuchen, administrador asociado de ciencia de la NASA.
Perseverance es el vehículo más grande y complejo jamás enviado a Marte. Construido en el Jet Propulsion Laboratory, en California, pesa una tonelada y está equipado con un brazo robótico de más de dos metros y 19 cámaras.
"¿Golpe de suerte?"
Los investigadores creen que el cráter Jezero albergaba un lago de unos 50 km de ancho desde hace más de 3.500 millones de años.
"Tenemos pruebas muy sólidas de que Marte podría haber albergado vida en el pasado", dijo el miércoles Ken Williford, subdirector de la misión. "La pregunta es: ¿es la Tierra una anomalía, un golpe de suerte?"
Los científicos buscan lo que llaman biofirmas: rastros de vida microbiana que "pueden tomar todo tipo de formas", como "químicos" o "cambios ambientales", dijo Mary Voytek, directora del programa de astrobiología de la NASA.
"Los astrobiólogos hemos soñado con esta misión durante décadas", dijo con entusiasmo.
"O encontramos vida, y eso sería un hallazgo excepcional, o no lo haremos, (..) y eso dará a entender que no todos los ambientes habitables están habitados", advirtió Ken Farley, científico del proyecto.
Helicóptero y máquina de oxígeno
Los primeros meses de la misión no se dedicarán a este primer objetivo, sino a experimentos paralelos.
La NASA quiere, en particular, demostrar que es posible hacer volar un vehículo motorizado en otro planeta. El helicóptero, bautizado Ingenuity, intentará elevarse en aire con una densidad equivalente al 1% de la de la atmósfera terrestre.
Dos micrófonos tienen la función de grabar el sonido del planeta rojo.
La NASA también experimentará la producción de oxígeno en Marte. Un instrumento llamado MOXIE, del tamaño de una batería de automóvil, debería poder producir hasta 10 g de oxígeno en una hora, succionando dióxido de carbono de la atmósfera, con un proceso similar al de una planta.
Este oxígeno podría ser utilizado para respirar por los humanos que vayan a Marte en el futuro, pero también como combustible.
Perseverance, si consigue aterrizar, será el quinto vehículo en posarse en suelo marciano. Desde el primero, en 1997, todos han sido estadounidenses, y uno de ellos, Curiosity, sigue con su misión en el planeta.
China colocó recientemente en la órbita de Marte su sonda "Tianwen-1", que contiene un robot que se espera intente aterrizar alrededor de mayo.