Por una selfie dos amigas descubrieron que eran hermanas

Como si se tratara de una novela donde el suspenso y el drama están presentes  y los sucesos inimaginables solo allí pueden presentarse, la vida de Miché construyó una historia que ni ella aún ha podido asimilar.

Todo comenzó cuando en medio de una jornada escolar sus compañeras comenzaron a molestarla por el gran parecido que tenía con una chica de otro salón y tres años menor que ella. La joven, llamada Cassidy Nurse, era nueva en la institución.

Al pasar los días Miché y Cassidy entablaron una amistad que se destacaba por ser muy unida, pues, según ha expresado la joven, tuvieron una gran conexión que las llevó a formar una muy buena amistad.

“Era como si la conociera, daba miedo. No podía entender por qué me sentía así”, explicó Miché a la BBC.

La dos jóvenes comenzaron a compartir muchos momentos juntas y en uno de esos decidieron tomarse una selfie, desconociendo que esa imagen les cambiaría la vida.

Esta autofoto fue conocida por los padres de Cassidy quienes se impactaron de ver el parecido entre ellas dos, pero aunque para las chicas sólo era un tema curioso, para los padres esto iba más allá.

Inicialmente decidieron encontrar más pistas, por lo que indagaron a través de su hija sobre la fecha y lugar de nacimiento de Miché. Tras conocer que nació el  27 de abril de 1997 en el hospital Groote Schuur, decidieron hablar con la amiga de su hija.

Los padres le contaron la historia de una bebé que habían tenido hace 17 años en la misma fecha y hospital donde ella aparece registrada, la cual fue robada y de la que nunca volvieron a saber. 

Esto se lo contaron tras decirle que estaban seguros que por el parecido físico y por los datos que dio, se trata de la misma hija que les robaron 17 años atrás.

Miche, completamente incrédula, rechazó dicha versión y aunque lamentó la historia de los padres de Cassidy, les aseguró que no puede ser ella, pues dijo que confiaba en su mamá y era incapaz de haber hecho algo así.

Sin embargo los padres de Cassidy lograron convencer a la chica de realizarse una prueba de ADN, la cual sería la solución para despejar las dudas. Ella aceptó.

La vida de todos cambió al recibir los resultados que demostraron que Miché sí era la bebé que había sido robada 17 años atrás del hospital Groote Schuur.

“Creía tanto en la madre que me crió, creía que ella nunca me hubiera mentido, especialmente sobre quién soy y de dónde vengo”, dijo Miché a la BBC.

Esta noticia devastó aún más la vida de esta joven tras llegar a las autoridades de Sudáfrica quienes de inmediato arrestaron a Lavona Salomon, la mujer que durante estos años se hizo pasar como madre. Como  Miché era aún menor de edad fue enviada a un orfanato.

Según las investigaciones, Lavona había estado embarazada durante la misma fecha que la mamá de Miché, pero tras un aborto habría decidido fingir el resto del embarazo. Cuando se llegó la hora de dar a luz la mujer planeó usar  un traje de enfermera y aprovechar que la mamá de Miché estaba durmiendo, para robar del hospital a la bebé, que tenía tres días de nacida.

El caso llegó a juicio y la madre impostora, pese a que no aceptó haber robado la niña, fue condenada a 10 años de cárcel por secuestro, fraude y violación del Acta Infantil.

La historia no terminó con un final tan feliz para los padres biológicos de las jóvenes, pues pese a ser revelada toda la verdad, Miché decidió que no quería vivir con sus verdaderos  padres y optó por continuar al lado de un tío, así como tampoco quiso recibir el apellido que le correspondía.

Esta decisión se debe al choque emocional que vivió la joven quien toda su vida vio como madre a una mujer que ahora está en prisión y a quien continúa visitando en la cárcel.