Los empleados de una oficina de Campo Dina (Ecopetrol), jurisdicción del municipio de Aipe (Huila), recibieron una visita muy particular: una culebra que 'merodeaba' por el cielo raso.
Los socorristas tuvieron que retirar varios segmentos del cielo raso. Luego, con una escoba y una pinza lograron atrapar a la serpiente. Cuando la culebra cayó, notaron que tenía el vientre estaba pronunciado, lo que evidenciaba que se había comido a otro animal.
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Los bomberos metieron a la serpiente en una bolsa y luego en una caneca. Posteriormente, se la llevaron para hacer la respectiva liberación, siguiendo los protocolos. Al final, la culebra regurgitó lo que se había comido: un gato.
Boa en Huila
Ya van siete casos de boas encontradas en viviendas y conjuntos cerrados de Neiva y sus alrededores. La causa, al parecer, es la ola de calor en la capital del Huila, lo que estaría ocasionando que esta serpiente salga de su hábitat a buscar lugares frescos , según explica el teniente Elmer Pérez, del Cuerpo de Bomberos de Neiva Elmer Pérez.
Sin embargo, la boa no es originaria de esta región y podría estar bajando por el río Magdalena. Es más usual encontrar la serpiente Cascabel.
La especie encontrada es una boa constrictor, que no es venenosa. Ese tipo de serpientes vive en tierras cálidas y su conservación es importante porque ayuda a controlar la población de roedores.
Para matar a sus presas, esta boa la agarra y la aprieta hasta cortar su circulación sanguínea. Cuando el corazón deja de latir, se empieza tragar la presa sin masticarla, según explica Parques Nacionales Naturales, que precisa que este animal es "puro músculo". Además, esta boa se encuentra en parques naturales que estén desde el nivel del mar hasta los 2.500 metros, añade la entidad.
La principal amenaza contra estas boas es el tráfico ilegal o la cacería para usar su piel. En Bogotá, por ejemplo, fue encontrada una en marzo de 2018, exactamente en el parque Simón Bolívar. En ese momento las autoridades buscaron a las posibles crías, puesto que había peligro de que murieran por hipotermia, dado que la altitud de la capital es superior a la de su hábitat y por esos días el clima era frío en la ciudad. Sin duda, llegaron a Bogotá víctimas precisamente del tráfico ilegal de especies.
Boa en Huila