Revelan trucazo con nevera que pocos saben y hace que alimentos duren más

El buen manejo de la temperatura en una nevera es algo fundamental, puesto que el tenerlo en mal estado, puede afectar la frescura de los alimentos, por lo que un mal ajuste llevaría a que estos se congelen en exceso y no mantengan la temperatura que necesitan. 

Por eso, lo primero que debe entender es el funcionamiento de este electrodoméstico, por lo que la mayoría de las neveras, más actuales, suelen tener el panel al interior o exterior, donde encontrará una pantalla o dial con varios números, los cuales son una representación de las temperaturas, donde los bajos es más frío y los altos son más frescos.

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Así las cosas, para que evite una congelación excesiva de alimentos, debe ajustar la temperatura a nivel medio sobre los cuatro grados Celsius y aproximadamente en –18 grados Celsius dentro del congelador.  

Cabe destacar que estos valores varían dependiendo de la marca y la antigüedad del electrodoméstico, por eso, es importante que consulte el manual para que tenga información precisa al respecto.  

En dado caso que note que los alimentos que tiene guardados dentro del congelador se están descongelando y que en el refrigerador no están lo suficientemente fríos, puede que tenga que hacer un ajuste a las temperaturas en valores más bajos. 

Pero si en caso contrario los alimentos se congelan en exceso, el que suba la temperatura le ayudará a que los mantenga en lo ideal para su consumo.  

Debe tener en cuenta que el ajuste de la temperatura toma tiempo para que haya una estabilización, por lo que los cambios en los grados deberán hacerse al menos 24 horas antes y deberá esperar este mismo periodo para volver a realizarlo.  

Asimismo, la ubicación de los alimentos dentro de este electrodoméstico también influye a la temperatura, pues los que están más cerca del congelador, es evidente, que tienden a estar más fríos. Entre tanto, los que se ubican en la parte superior o cerca a la puerta se exponen a las variaciones de temperatura.

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Un ajuste adecuado de la temperatura mantiene los alimentos frescos. Monitoree la temperatura y asegúrese de que se encuentre en el nivel ideal, de lo contrario, haga los cambios graduales.