El pasado mes de marzo una pareja se acercó hasta el registro civil de su ciudad en Inglaterra para registrar a su pequeño hijo nacido días atrás.
Cuando la autoridad a cargo de asentar al recién nacido les preguntó cómo se llamaría su hijo, los orgullosos padres le dijeron que lo nombrarían Lucifer.
Según declaró Furious Dan, el papá del menor, a los medios locales, cuando la funcionaria escuchó el nombre, horrorizada les dijo que no lo haría ya que de esa forman también es identificado el diablo.
Ante la negativa del registrador, Dan interpuso una queja sobre lo sucedido, sin embargo, fue hasta hace pocos días que recibió respuesta debido a que por la pandemia la entidad había estado cerrada.
“Estábamos muy emocionados de ir a registrarlo, pero la mujer nos miró con total disgusto. Ella nos dijo que cuando nuestro hijo creciera jamás encontraría un trabajo con ese nombre, y que seguramente los maestros no querrían enseñarle”, narró el padre.
Furious y su esposa trataron de explicarle a la funcionaria que ellos no son personas religiosas, y que, además, Lucifer en griego significa 'portador de luz'. “Incluso nos dijo que era ilegal nombrar a un niño así en Nueva Zelanda y que lo mejor era que lo nombráramos de otra manera”.
Finalmente, el bebé fue registrado como Lucifer Dan y luego el Consejo del Condado de Derbyshire emitió una disculpa pública por el proceder de la registradora.
"Nos disculpamos si se sintieron ofendidos, pero es el trabajo de nuestros registradores asesorar en estos asuntos, ya que a veces las personas no son conscientes de ciertos significados o asociaciones en torno a ciertos nombres".
El Reino Unido tiene muy pocas restricciones legales para los nombres, aunque los que contienen obscenidades y números probablemente sean rechazados. Pero muchos países tienen reglas estrictas.
Nueva Zelanda agregó a Lucifer a su lista de nombres prohibidos en 2013.