Leandro Díaz: La ceguera no le impidió al compositor escribir con el alma
La Guajira puede darse el lujo de haber tenido dos grandes “Díaz”, ya que este es el departamento que vio nacer al futbolista Luis Díaz, pero también a uno de los grandes compositores de la música vallenata: Leandro Díaz.
Leandro José Duarte Díaz, nombre de pila del juglar, vivió sus primeros años de vida en el municipio de Hatonuevo antes de emprender su viaje musical hacia el departamento del Cesar. Allí se estableció primero en el pueblo de Tocaimo, entre los municipios de Codazzi y San Diego, donde comenzó a escribir sus primeros versos.
En total se le atribuyen más de 350 canciones, siendo las más destacadas “Matilde Lina” y “La diosa coronada”, esta última canción que apareció en el epígrafe del libro “El amor en los tiempos del cólera”, de Gabriel García Márquez. Además, por este tema se ganó el título del “Rey de la Diosa Coronada”.
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Algo curioso es que el maestro logró escribir una gran cantidad de éxitos aun cuando tuvo ceguera toda su vida.
¿Qué le sucedió?
Leandro Díaz sufrió de esta enfermedad desde su nacimiento. Ivo Luis, uno de sus hijos, contó que algunos familiares de su papá también sufrían ese problema. Entre ellos, Urbano y Jaime, tíos del juglar por línea paterna.
Sin embargo, el compositor fue a una clínica especializada en Bogotá para que un médico revisara la causa de su ceguera. El diagnóstico indicó que a Leandro Díaz le cayó líquido amniótico en la vista, esto hizo que se le quemara la retina.
Se supo que el juglar quedó ciego a los ocho días de nacido, luego de que sus padres lo sacaran al Sol para que él recibiera vitamina D, aunque parece que el ‘pelao’ nunca pestañeó.
Se dice que, en medio de su ceguera, Leandro Díaz, era capaz de ver algo. No obstante, su hijo describe que él tenía una gran compenetración con la naturaleza, además de la melodía y la imaginación que acompañaron al juglar para cantar siempre “con los ojos del alma”.