Han pasado 7 años desde la muerte del ‘Cacique de la Junta’ Diomedes Díaz y parecería que sus seguidores no se reponen a su partida.
Cada año, desde muy temprano se escucha a decenas de fans cantando sus temas más emblemáticos mientras visitan su tumba.
En el caso de su amigo entrañable Joaquien Guillen, este años le llevara mariachis al ‘Cacique’, pues después del Vallenato el artista amaba escuchar y cantar rancheras.
“Es un día muy triste para mí, no pasa un día sin que recuerde a mi hermano y amigo, pero Diomedes sigue vivo su música no muere porque él no solo nos dejó su talento si no que además lo recordamos por su particular manera de ser, era único e irremplazable”, dijo Joaco Guillen.
Hoy los seguidores del artista desde muy temprano vistan con romerías su tumba en el cementerio Jardines del Eccehomo, a donde sagradamente cada 22 de diciembre desde el 2014 recuerdan su partida.
“Al Cacique hay que celebrarle hasta la muerte, no hay de otra, es el más grande de la música Vallenata, y como él mismo decía en vida ‘como Diomedes no hay otro, eso nunca nacería, y si nace no se cría, y si se cría se vuelve loco”, dijo uno de sus seguidores que a pesar de las restricciones de la pandemia, llegó muy temprano al campo santo.
Cabe destacar que hablar de los inicios del ‘Cacique de la Junta’ es destacar al acordeonero Emilio Oviedo, quien creyó en su talento aun cuando por la época ya se posicionaban grandes exponentes del género, como el también fallecido cantante Rafael Orozco.
“Diomedes siempre tuvo un dejo diferente, en todo sentido. Su carisma, en la forma particular de cantar y componer, aún recuerdo ese primer éxito, ‘cariñito de mi vida’ donde inició una vida llena de éxitos para el folclor”, agregó el maestro Emilio Oviedo.
La última presentación de Diomedes Díaz fue en una discoteca en Barranquilla, donde se le vio mal de salud. Lamentablemente dos días después falleció en la capital del Cesar.