Junior de Barranquilla ha pasado a ser el segundo equipo que más provecho le ha sacado al formato de torneos cortos desde que este se implantó en el fútbol colombiano en 2002. El cuadro barranquillero sumó su novena estrella, cinco de ellas ganadas desde que el campeón se conoce cada seis meses en la Liga.
Popular en la costa atlántica, el cuadro ‘tiburón’ ha sumado más de la mitad de sus éxitos en los últimos 16 años. La cosecha comenzó en 2004 cuando logró la recordada quinta estrella en Medellín. Aquella vez le ganó a Atlético Nacional en una de las finales más inolvidables de todos los tiempos. Los dirigidos por el ‘Zurdo’ López se impusieron por la vía de los disparos desde los doce pasos.
La sexta conquista sucedió en 2010. Era un equipo rojiblanco comandado por un joven Carlos Bacca, quien a la postre le dio el título a los de Barranquilla. Fue una definición apretada que terminó 3-2 en el global con un gol de carambola del nacido en Puerto Colombia. Aquel conjunto ‘asegurador’, curiosamente, fue dirigido por Alexis García, el mismo que nueve años terminó dirigiendo al Pasto en la final.
Sebastián Viáfara, John Viáfara, José Amaya, Sherman Cárdenas, Sergio Otálvaro, y Juan David Valencia conformaron la columna vertebral del Junior que celebró la séptima estrella en 2011. El elenco rojiblanco estuvo bajo la conducción de José Eugenio el ‘Cheché’ Hernández, quien lideró a la escuadra del Atlántico en la final ante Once Caldas. Definción por penales con un Viera inmenso en Manizales.
Tuvieron que pasar siete años para volver a ver a Junior dando la vuelta olímpica. Volvió a ser por fuera de Barranquilla, esta vez en el estadio Atanasio Girardot, tal como en 2004. Diferente a esa vez, el ‘tiburón’ ganó la octava estrella en los 180 minutos, a pesar de que el Independiente Medellín asustó en el primer tiempo.
Fue sufrida la definición, de todos modos, como lo fue con la novena conquista. Tras ganar 1-0 en la ida, perdió por idéntico marcador en la vuelta. Se necesitó de la definición por penales para acabar con el padecimiento en El Campín de Bogotá.