
Ciudadanos están con el 'credo' en la boca: iglesias tendrían que bajarse de buena plata
Desde hace años, el debate sobre la tributación a las iglesias en Colombia ha estado sobre la mesa. Aunque el Gobierno Nacional ha reiterado que los diezmos y las actividades religiosas dentro de los templos no serán gravados, sí se estudia la posibilidad de cobrar impuestos sobre ciertos servicios que las iglesias ofrecen fuera de su labor espiritual.
Gobierno Nacional aclara qué se gravará en las iglesias
El ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, explicó en una entrevista que el objetivo no es afectar la libertad de culto ni imponer impuestos a las ofrendas o donaciones que los feligreses entregan de manera voluntaria.
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"Cuando hablamos de iglesias, no nos referimos al templo ni a los cultos. A los templos jamás les vamos a cobrar impuestos", afirmó el ministro.
Sin embargo, el Gobierno sí analiza la posibilidad de gravar actividades económicas que algunas iglesias realizan paralelamente a su labor religiosa, como:
- Alquiler de salones para eventos que no sean de carácter religioso.
- Cobro de parqueaderos abiertos al público, operando como establecimientos comerciales.
- Ingresos de inversiones o negocios no relacionados directamente con la práctica de la fe.
De hecho, Bonilla señaló que algunas iglesias ya pagan impuestos por estos bienes y servicios, pero aún hay otras que no, lo que ha generado un debate sobre equidad tributaria.
El diezmo sigue exento de impuestos
El ministro también aclaró que el diezmo no será gravado, ya que se considera parte esencial de la actividad religiosa.
"El diezmo hace parte del ejercicio del templo. Es parte de la actividad religiosa y respetamos los cultos y las creencias", enfatizó Bonilla.
El origen y uso del diezmo
El diezmo es una práctica de origen bíblico que consiste en entregar el 10% de los ingresos a la iglesia como una forma de apoyo. Originalmente, se destinaba al sostenimiento de los levitas, responsables del cuidado y servicio en el templo, ya que no poseían tierras para su sustento.
Hoy en día, en muchas denominaciones cristianas y evangélicas, el diezmo se considera un acto de fe y gratitud. Con estos recursos, las iglesias financian actividades como:
- Mantenimiento de templos y sedes.
- Pago de servicios públicos.
- Salarios de pastores y líderes religiosos.
- Proyectos de ayuda social y misiones.
En varias corrientes cristianas se recalca que el diezmo debe entregarse de forma voluntaria, confiando en la provisión divina.
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¿Cómo afectará el nuevo cobro a las iglesias?
El anuncio del Gobierno ha generado opiniones divididas. Algunos consideran que es justo que las iglesias paguen impuestos por actividades comerciales, mientras que otros temen que esto pueda afectar sus finanzas y la labor social que realizan.
Lo cierto es que, por ahora, el diezmo seguirá libre de impuestos, pero las iglesias que generen ingresos por actividades no religiosas sí deberán tributar, como cualquier otra organización en Colombia.