No se deje meter gato por liebre: Truco pa' que no le vendan pescado dañado en Semana Santa

El consumo de pescado suele incrementarse durante la semana, por lo que es crucial que los consumidores sepan identificar las señales de un pescado en mal estado, al momento de la compra.

De acuerdo con la Universidad ECCI, el consumo de pescado en mal estado puede tener serias repercusiones para la salud, dado que puede contener bacterias, toxinas o parásitos que pueden provocar intoxicaciones alimentarias.

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“Los síntomas de una intoxicación por el consumo de pescado en mal estado pueden abarcar náuseas, vómitos, diarrea, fiebre y dolores abdominales. En casos extremos, pueden surgir complicaciones más graves. Por tanto, ante la aparición de cualquiera de estos síntomas, es imprescindible buscar atención médica de inmediato.”

Para prevenir posibles intoxicaciones, tenga en cuenta los siguientes consejos:

• Observa los ojos: Los ojos del pescado deben ser brillantes y prominentes. Evita los pescados con ojos hundidos, nublados o descoloridos, ya que podrían indicar falta de frescura.

• Olor fresco: El pescado fresco tiene un olor ligero y marino. Si percibes un olor fuerte, desagradable o amoniacal, es probable que el pescado esté en mal estado y debes evitar su consumo.

• Piel brillante: La piel del pescado fresco debe ser brillante y adherirse firmemente a la carne. Evita los pescados con piel opaca, decolorada o que se desprenda fácilmente, ya que podrían ser señales de falta de frescura.

• Textura firme: Al presionar ligeramente el pescado, este debe recuperar su forma rápidamente. Evita los pescados que dejen una marca profunda o que se sientan blandos, ya que estos podrían indicar que no están frescos.

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Durante la Cuaresma y la Semana Santa, donde el ayuno es común, el pescado se considera un sustituto apropiado. Ante esto, Luis Hernando Ríos, coordinador de precios de Corabastos, indicó que con la llegada de la Semana Santa, se anticipa una excelente oferta de pescado en el reconocido mercado de Corabastos. 

Según Ríos, los productos más destacados provienen tanto de río, mar como de cultivo, con especial énfasis en la mojarra y la cachama, que lideran la oferta con precios estables desde $6.500 la libra en adelante.

Además de estos productos, también se ofrece una amplia variedad de pescado seco, incluyendo bocachico, nicuro, bagre entero, bagre dorado, barbiche, barbacha, baza, bocachico argentino, botellón, así como cabezas de bagre, salmón y mojarra. 

Ríos destacó que el calamar blanco y los langostinos también están disponibles, junto con filetes que representan los productos más costosos en la actualidad. “

El filete de mero está en $57.000, el filete de robalo está en $54.000, el salmón chileno $54.000, el salmón premium está en $54.000, el langostino nacional está en $89.000”, afirmó Ríos.

Por otro lado, el langostino nacional se cotiza a $89.000, mientras que la langosta oscila entre $85.000 y $90.000.