Se complicó comprar casa: aumentó dramático en viviendas VIP y VIS

El incremento del 9,50 % en el salario mínimo para 2025 no solo traerá un alivio a los trabajadores, sino que también ajustará los precios de las Viviendas de Interés Prioritario (VIP) y las Viviendas de Interés Social (VIS). Estas categorías de vivienda, diseñadas para facilitar el acceso a una casa propia a familias con ingresos bajos y medios, están directamente relacionadas con el salario mínimo, lo que significa que su valor también subirá. 

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Aumento en los precios de las Viviendas VIP 

Actualmente, el precio máximo de las Viviendas de Interés Prioritario se establece en 90 salarios mínimos, lo que equivale a 117 millones de pesos. Con el nuevo salario mínimo, este tope se elevará a $128’115.000, es decir, un aumento de más de 11 millones de pesos. 

Este ajuste puede ser un desafío para las familias interesadas, ya que deberán ahorrar más para la cuota inicial y ajustar sus presupuestos para cumplir con las nuevas condiciones de financiación. 

Viviendas VIS: un panorama de cambios significativos 

Para las Viviendas de Interés Social, los precios varían según la ciudad: 

• Ciudades intermedias: El precio máximo será de $192’172.000, lo que representa un incremento de $16’672.500. 

• Ciudades grandes: En estas zonas, el límite alcanzará los $213 millones, con un aumento de $18’525.000. 

Estos incrementos, aunque necesarios para reflejar el ajuste salarial, podrían dificultar el acceso a la vivienda propia para muchas familias, especialmente si los subsidios no se ajustan a los nuevos valores. 

Suspensión de Mi Casa Ya: un golpe al sueño de vivienda propia 

La suspensión del programa Mi Casa Ya es otro factor que complica el panorama. Este subsidio, que ha sido clave para que muchas familias adquieran una vivienda VIP o VIS, dejó de recibir postulaciones debido a las limitaciones financieras del Gobierno. 

Con esta decisión, millones de familias que dependían del apoyo estatal ahora enfrentan mayores retos para cumplir el sueño de tener casa propia. Además, el cierre del registro para la preasignación de subsidios dificulta aún más el acceso a los beneficios que antes ofrecía el programa. 

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El desafío para las familias colombianas 

Aunque el aumento del salario mínimo busca mejorar las condiciones de vida, su impacto en los precios de la vivienda genera retos importantes. Las familias deberán incrementar sus ahorros, explorar alternativas de financiación y estar atentas a nuevos programas de subsidio que puedan surgir. 

A pesar de las dificultades, es crucial que las políticas de vivienda continúen priorizando el acceso a una casa propia como una herramienta para mejorar la calidad de vida de los colombianos.