Las claves para disminuir el riesgo de diabetes tipo 2 en niños
La diabetes es una enfermedad en la que los niveles de glucosa de la sangre están muy altos, dados en gran parte por los alimentos que se consumen.
Los dos tipos más frecuentes de esta enfermedad son el 1 y 2, y se presentan de diferente forma. La diabetes más frecuente en los niños es la de tipo 1, que puede aparecer a cualquier edad y no se cura, ya que involucra factores genéticos, inmunológicos y ambientales como infecciones virales.
Por su parte, la diabetes tipo 2 sí puede prevenirse, aunque hay un riesgo del 40% de presentarla si hay antecedentes familiares.
Los síntomas para los dos casos son muy similares, salvo para la diabetes tipo 2 en la que además de la necesidad de orinar frecuentemente, sed inusual, hambre extrema, pérdida inusual de peso y fatiga o irritabilidad, también se pueden presentar infecciones frecuentes de la piel, cambios en la visión y hormigueos o cambios de sensibilidad en las extremidades.
Aunque es una enfermedad complicada, puede tratarse mayormente con buenos hábitos de alimentación y ejercicio. Para este tipo de diabetes, la base del tratamiento consiste en un plan de alimentación adecuado para la edad y talla, y el uso de medicamentos como los hipoglucemiantes orales.
Para disminuir el riesgo de este tipo de diabetes en los niños y adolescentes, es recomendable:
- Tener una alimentación que cumpla con 5 características: completa, equilibrada, suficiente, adecuada e inocua, es decir, libre de sustancias y alimentos tóxicos.
- Equilibrar el consumo de dulce.
- Ayudarles a mantener un peso saludable.
- Hacer ejercicio y mantenerse activos.
- Servir porciones pequeñas de alimentos saludables y nutritivos.
- Limitar el tiempo que pasan frente al televisor, computadora o videos, y propiciar un estilo de vida poco sedentario.
Seguir estas recomendaciones resulta fundamental para prevenir la enfermedad y sus complicaciones, que pueden generar infecciones en la piel, riesgo de ceguera y neuropatía diabética, que se refriere a un daño en los nervios que lleva a experimentar entumecimiento u hormigueo.