En la localidad de Usaquén, específicamente en el barrio Molinos, una reconocida clínica veterinaria fue escenario de una amenaza inquietante. El pasado viernes 2 de agosto, a las 3 p.m., un sobre gris con una carta anónima y un empaque de veneno para ratas fue dejado en el jardín interno de las instalaciones de la clínica.
La carta, redactada por un supuesto vecino molesto por los ladridos de los perros, expresaba su intención de envenenar a los animales arrojando alimentos contaminados en los patios de la clínica. La persona detrás de la amenaza se identificó como profesional de la salud, lo que ha causado mayor preocupación entre los trabajadores de la clínica y la comunidad.
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Comunicado de la Clínica
“Hola a todos! Esta es una publicación poco usual, con una noticia que realmente no nos gusta dar. Sin embargo, como equipo y como esta gran familia que hemos construido, no estamos dispuestos a tolerar actos como estos. El día viernes 02 de agosto sobre las 3 pm, en el jardín interno de nuestras instalaciones dejaron caer un sobre gris que contenía una carta “anónima” y un empaque de veneno para ratas.
En esta carta, se nos amenaza de manera explícita por los ladridos generados por pacientes y perritos de guardería. Uno de los vecinos del sector manifiesta que, escuchar perros ladrar durante el día desde su casa le resulta molesto a él y a su familia, por lo cual, han decidido arrojar alimentos con veneno para ratas con el fin de que los animales los consuman y se intoxiquen. En esta carta, además, la persona manifiesta ser profesional de la salud e incluso cita el acto como ‘cruel’.
Como clínica veterinaria, profesionales del área de la salud y seres humanos nos parece un acto absurdo y desde cualquier punto de vista deplorable. No es posible que haya personas dispuestas a atentar contra la vida de seres solo por inconformidad. De propiciar y patrocinar actos de odio y amenazas antes que una conciliación. Trabajamos en pro de buscar el bienestar y la salud de cientos de mascotas, porque sabemos que ellos son parte fundamental de cada una de las familias que nos visitan a diario. Nos consterna profundamente lo ocurrido, mucho más viniendo de una persona del área de la salud, cuya motivación es velar por preservar cualquier vida que pueda estar en sus manos”.
Acciones Legales
Quirurgivet, la clínica veterinaria afectada, ya está tomando acciones legales. Han realizado las debidas denuncias ante la policía y el IDYPIBA. “No pensamos quedarnos callados o ceder ante amenazas. Siempre hemos estado prestos a dialogar y hemos buscado maneras de mitigar los ladridos, que cabe resaltar, NO son constantes y que además, constituyen un derecho de nuestros caninos. Tenemos los videos de nuestras cámaras donde se evidencian las personas que tiraron esto a nuestro patio no los subimos por temas legales”, agregó un vocero de la clínica.
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Carta Amenazante
La carta dejada en la clínica reflejaba la frustración del vecino:
“Queridos vecinos.
Por meses, mi familia y yo hemos tolerado horas y horas de ladridos. Ya incluso ahora es en las noches. Igualmente, mi esposo y yo hemos en algunas ocasiones ido a comentarles de forma amable y cordial que si pueden hacer algo, y a pesar de su amabilidad en la respuesta, nunca han hecho nada (de hecho está cada vez peor).
Yo soy médica, y ejerzo por turnos cruzados de día y noche y los ladridos de los perritos me están afectando, y he cometido un par de errores en mi trabajo derivados de no poder descansar durante el día EN MI CASA. Estoy hablando de vidas en mis manos.
Considerando que no hemos sido escuchados (no soy la única persona que está pasándola mal) y tristemente su falta de empatía y responsabilidad social me llevan a hacer lo siguiente:
Desde ahora, dejaré caer en sus patios alimentos pequeños con veneno. Les comparto el mismo que usaré por si algún perrito lo consume, para que sepan qué sustancia contiene y sepan cómo tratarlo de forma urgente. Como son anticoagulantes, puede que no haga efecto inmediato pero por favor, estén preparados para que no ocurra algo indeseable.
Sé que esto puede ser considerado como un acto cruel, sin embargo estoy dispuesta a hacer lo que sea por el bienestar de mis pacientes a pesar de su negligencia. Estoy priorizando la vida de mis pacientes. Esto lo estaré haciendo desde mañana agosto 2 de forma indefinida hasta que simplemente los ladridos cesen. Mientras sigan existiendo, a diario lanzaremos alimentos con las sustancias que les he compartido.
Deseo de corazón lo mejor para ustedes y su negocio también, solamente por favor eviten un dolor a las personas dueñas de los perritos. Yo misma tengo uno y me moriría si algo le llegara a suceder, pero hacer mi trabajo de forma incorrecta no es una opción. De verdad les pido que por favor entiendan mi delicada situación, no sé qué más hacer para que ustedes comprendan el impacto que pueden causar en los demás. Lo intentamos de otras formas con anterioridad pero nunca fuimos escuchados.”
Esperanza de Solución
Se espera que las autoridades tomen medidas frente al caso y logren actuar antes de que las amenazas cobren víctimas. La comunidad y la clínica veterinaria esperan una mediación efectiva para resolver los inconvenientes y asegurar el bienestar de todos los involucrados.