Con previa autorización y verificación de protocolos, por parte de la Secretaría Distrital de Educación, este lunes primero de marzo, comienza el modelo de alternancia en otros 23 colegios de Bogotá.
De acuerdo con la cartera de Educación de la capital del país, estos colegios hacen parte del segundo grupo establecido en el modelo de gradualidad, los cuales recibieron su habilitación de reapertura desde el pasado 31 de diciembre de 2020.
Con las 23 instituciones, en Bogotá ya serían 42 colegios públicos que regresan a las clases presenciales.
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Asimismo, según el reporte más reciente de la Secretaría, un total de 4.083 estudiantes de colegios oficiales, regresaron a la presencialidad escolar y 161 docentes hicieron el acompañamiento en sus instituciones educativas durante la primera semana de reapertura para los colegios oficiales.
Es de resaltar que las entidades de educación cuentan con procesos de alistamiento para la demarcación de espacios escolares con el objetivo de garantizar el distanciamiento de mínimo dos metros, verificación de la ventilación, elementos de bioseguridad y flexibilización curricular.
Al respecto, la secretaria de Educación, Edna Bonilla, explicó que “nos preparamos para esta reapertura y el avance nos indica que el trabajo articulado entre familias, docentes y estudiantes es fundamental para el éxito de esta etapa de transformación de la educación”.
Adicionalmente, de acuerdo con el ente de control de la ciudad, desde el inicio del regreso a clases (15 de febrero), las instituciones de Bogotá continuaron con la evaluación de sus protocolos. En total, con corte al 25 de febrero, 1.257 instituciones ya están habilitadas para su reapertura.
Estas son: 154 colegios oficiales, 862 jardines, y colegios privados, 77 instituciones de educación superior, 138 instituciones de educación para el trabajo y el desarrollo humano, 16 sedes Sena y diez establecimientos de educación informal.
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Bonilla también destaca que la reapertura, no solo garantiza el derecho a la educación de las niñas, niños y jóvenes de la ciudad, sino que privilegia la salud y el bienestar de toda la comunidad educativa, priorizando cuatro elementos fundamentales:
El regreso a la presencialidad se realiza por etapas y depende del alistamiento de las condiciones de bioseguridad por parte de cada institución.
Se dará preferencia a los estudiantes de menor edad y a la población con mayores restricciones para llevar a cabo una educación a distancia.
Se organizan grupos de estudiantes por grados, días, jornadas y horarios para controlar sus interacciones. Además, se mantendrán jornadas fijas cuya duración puede aumentar o disminuir de manera gradual.
Se promueven permanentemente las prácticas de cuidado y autocuidado como el lavado de manos, distanciamiento físico, uso correcto de tapabocas y buena ventilación de los espacios escolares.