Bogotá, cuarta ciudad latinoamericana con mayor dificultad para acceder a vivienda

Un estudio realizado por la Veeduría Distrital reveló que mientras en algunos sectores de Bogotá los ciudadanos pueden pagar su vivienda en cuatro años, en el sur de la ciudad, por los bajos ingresos de las personas, se pueden tardar hasta 15 años.

Las zonas periféricas ubicadas en el sur y suroccidente de Bogotá son las más desfavorecidas al demorarse más tiempo al pagar su vivienda, lo cual se explica por sus bajos ingresos mensuales y el alto precio promedio del metro cuadrado al cual se enfrentan.

Según lo dio a conocer la Veeduría en un análisis en el que se comparó el precio de la vivienda con los ingresos de los habitantes de 18 ciudades de latinoamérica, Bogotá ocupó el cuarto puesto de los lugares con el indicador más elevado; es decir con mayor dificultad para adquirir una vivienda en la región.

Además, se señala que en la capital de la república, un ciudadano se debe contar con casi 19 veces del ingreso anual para ser propietarios de una vivienda.

El estudio de la Veeduría también advierte que hubo un aumento de hogares demandantes de vivienda: por ejemplo, se pasó de 2,2 millones en la vigencia 2010 a 2,7 millones en la vigencia 2018.

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Es decir, 500 mil hogares más. Sin embargo al considerar sólo estratos 1 y 2, el crecimiento general de los hogares fue de 134 mil.

El análisis señala que existen dos razones por las cuales se refuerza esta desigualdad en el tema de viviendas en la ciudad: la primera es la falta de suelo en las zonas de la periferia, producto de un elevado nivel de densidad urbana.

"De acuerdo con el Documento Técnico de Soporte del Plan Ordenamiento Territorial, las UPZ ubicadas en la periferia sur occidental son las que tienen las densidades más altas en la ciudad, con cifras que sobrepasan 250 habitantes por hectárea y, a su vez, sobresalen por tener déficit de equipamientos importantes como infraestructura, vías, espacio público y soportes requeridos para la prestación de servicios", señala.

La segunda razón que puede exponerse es la disminución de oferta formal que ha tenido la ciudad para este segmento de la población en los últimos años y que no ha podido atender el incremento sostenido de la demanda. 

 "En términos específicos, el número de hogares demandantes de vivienda en la ciudad pasó de 2,2 millones en la vigencia 2010 a 2,7 millones en la vigencia 2018, lo cual implica un incremento de 500 mil hogares", putualiza el estudio de la Veeduría Distrital.