La Dirección de Investigación Criminal e Interpol, en coordinación con la Fiscalía General de la Nación, asestaron un contundente golpe a un grupo delincuencial dedicado al hurto de automotores y a la venta de armas de fuego en la ciudad de Bogotá.
Fuentes cercanas al equipo de la Interpol, le confirmaron a RCN Radio que fueron por lo menos tres meses, que estuvieron haciendo seguimiento a los pasos de este grupo delincuencial común, conocido como los ‘Armeros’. Durante las operaciones, las autoridades confirmaron las capturas de alias ‘Juancho’ y alias ‘Tovar’, dedicados al hurto de vehículos en la modalidad de atraco y a la venta ilegal de armas de fuego, municiones y prendas de uso privativo de las fuerzas militares, a otros grupos criminales de la ciudad.
Frente a estos resultados habló el general Fernando Murillo, director de la Dijin de la Policía Nacional y destacó que después de realizar labores de seguimiento y utilización de recursos técnicos, "se pudo establecer que estos individuos tenían su centro criminal de operaciones en una casa ubicada en la localidad de San Cristóbal Sur, hasta donde llegaron funcionarios del Servicio de Investigación Criminal".
Mediante una diligencia de allanamiento y registro, las autoridades les encontraron en su poder, dos vehículos hurtados, siete armas de fuego, munición de varios calibres y más de nueve uniformes de uso privativo de las fuerzas militares que iban a ser comercializados ilegalmente por parte de los capturados.
"La investigación contra estos delincuentes se inició en diciembre del 2020, cuando una fuente humana aportó información sobre la existencia de este grupo delincuencial dedicado a múltiples delitos en la capital del país", aseguró el General.
Ambos capturados presentaban antecedentes por porte ilegal de armas de fuego y habían purgado penas por más de 1 año en el 2013, por este mismo delito.
"Alias ‘Juancho’, tenía amplio conocimiento en armería y era el encargado de la restauración y puesta en funcionamiento del material de guerra, el cual era empleado para intimidar a las posibles víctimas en el momento del hurto a los vehículos. Otra parte del negocio criminal era vender estas armas en el mercado negro", explicó el uniformado.