Conocer físicamente las casas refugio no es posible, según explican desde el Distrito, porque sería poner en riesgo a las mujeres que están allí.
Sin embargo, lo que sí se puede conocer es que estas casas, desde el año 2020, están en funcionamiento en la capital del país y han ayudado a cerca de 2.800 personas, entre ellas mujeres, que en su momento consideraron que podrían ser víctimas de feminicidios y que sus hijos necesitaban protección.
Le puede interesar: Érika Aponte suplicó por su vida: testimonio aterrador del feminicidio en Unicentro
Estas casas han salvado muchas vidas. Es lo que se infiere de los recientes testimonios que brindaron algunas mujeres que se han refugiado en ellas. Entre esos testimonios está el de Ruth.
“Casa Refugio salvó mi vida, no solo del agresor, sino de mí misma, porque había tomado la decisión de quitarme la vida; lo único que me frenaba era mi hija de 7 años. En Casa Refugio aprendí qué era el círculo de la violencia y que los agresores no cambian”, comentó.
María también narró su experiencia y el momento en que llegó allí: “Fui a una Comisaría de Familia y expuse el caso. Cuando le mandé a mi agresor, la foto de la citación fue terrible. Toda la noche duré encerrada con mi hija en una habitación hasta el día siguiente de la cita. Estando en la cita, él se puso mucho más agresivo, por lo que la comisaria me dijo ‘usted para su casa no se puede ir, si quiere le hablo de Casa Refugio y allá puede estar con sus hijos’. Y así fue, llegué allá solo con la cédula y con mis hijos. Llegué destruida, psicológica y moralmente, pero logré reponerme”.
Las casas refugio brindan estadía gratuita a las mujeres por un periodo entre cuatro y seis meses. El ingreso es voluntario. Durante el tiempo que permanecen allí se les brinda vestuario, alimentación, acompañamiento psicológico, jurídico, pedagógico y nutricional.
Le puede interesar: Recluidas en cárcel del Buen Pastor podrán fortalecer sus emprendimientos, ¿Para qué?
Si usted es una mujer que vive en Bogotá, si está siendo víctima de violencia y considera que necesita protección, esto es lo que debe hacer:
“Primero. Si la vida de una mujer está en riesgo inminente, debe llamar al 123, la línea de emergencias de la ciudad. Y esto no lo debe hacer solo la mujer que está en riesgo, sino cualquier ciudadano que oiga que una mujer está en riesgo. Por ejemplo, si yo estoy en mi casa y escucho que una mujer está gritando, puedo llamar al 123 y alertar”, explicó Diana Rodríguez, secretaria de la Mujer en Bogotá.
Y, agregó, “si la mujer es víctima de violencias y no sabe por dónde empezar puede llamar a la Línea Púrpura para recibir la atención psicosocial o jurídica, para que podamos ofrecerle contención emocional. La Línea púrpura es gratuita, funciona las 24 horas, e incluso funciona desde un celular sin minuto. La línea es: 018000112137”.
Adicionalmente, comentó sobre las diferentes opciones para ser acogida en una Casa Refugio: “Unas Casas Refugio requieren de la medida de protección de una Comisaría de Familia o de un Juez de Control de Garantías. Y otras, basta con la valoración que hace la Secretaría de la Mujer para remitirlas”.
La invitación que se está haciendo en este momento es que a la línea 123, o a la Línea Púrpura no solo acuda a denunciar la mujer que está siendo víctima de violencia, sino que toda persona que conozca o que escuche de esta violencia, pueda hacer de manera oportuna esta alerta.
Las Casas Refugio y las vidas que han salvado