Castillo medieval en Bogotá que pocos conocen y es una joya: ¿Dónde queda?
Bogotá, más que simplemente la capital del país, alberga diversos tesoros arquitectónicos que pasan desapercibidos para muchos de sus habitantes.
Entre estas joyas se encuentra la Casa Quinta Villa Ana Julia, un imponente castillo ubicado en la localidad de San Cristóbal, al sur de Bogotá. Construido entre 1920 y 1925 por Ana Julia Peñuela y Eduardo Alfonso Caicedo, este monumento es testimonio del ingenio y la creatividad de sus creadores, quienes se inspiraron en la majestuosidad de la arquitectura europea medieval para erigir esta magnífica obra.
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Inicialmente concebida como parte de un proyecto empresarial para establecer una fábrica de ladrillos y tubos, la Casa Quinta Villa Ana Julia tomó un rumbo inesperado cuando el dueño de las tierras donde se levantó la construcción impuso la condición de convertirla en un monumento. Así nació este castillo, cuya historia se entrelaza con la de la Bogotá de antaño.
A lo largo de los años, esta casa se ha convertido en un verdadero ícono arquitectónico de Bogotá. En 1996, fue declarada como patrimonio arquitectónico de la ciudad, asegurando así su preservación para las generaciones futuras.
Hoy en día, la Casa quinta continúa siendo un lugar habitado, albergando en su interior al nieto de los constructores originales. Su fachada, decorada con colores vivos como el rosado y el morado, y adornada con gárgolas y plantas, le confiere un aura especial a esta imponente obra de arte.
Sin embargo, según destaca Daniel Luna Caicedo, uno de los herederos del castillo, el segundo piso enfrenta un riesgo de colapso debido a la falta de mantenimiento, situación que se agrava por la negativa de otros herederos a autorizar las reparaciones necesarias.
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A pesar de estos desafíos, la Casa Quinta Villa Ana Julia sigue en pie, recordándole a la ciudadanía la importancia de preservar el patrimonio histórico y cultural de la ciudad. Su imponente presencia no solo es un testimonio de la historia de Bogotá, sino también un llamado a la acción para garantizar su conservación y legado para las futuras generaciones.