Son muchos los bogotanos que se han enfrentado al terror de un asalto, en una calle o avenida, en un callejón o en los buses que circulan en la ciudad. Sin embargo, cuando el riesgo del robo es inminente nadie pensaría que también lo van a terminar secuestrando.
Esto le sucedió a 20 ciclistas que hacían un recorrido de noche entre Usaquén y La Calera, pues aparte de que los atracaron también los secuestraron. Cuando los deportistas estaban cruzando una curva de la vía aparecieron un grupo de ladrones extranjeros que les hicieron pasar una noche de terror en los cerros de Bogotá.
Una de las víctimas aseguró que en un tramo del camino un hombre se le atravesó y le apuntó con un revólver, lo hizo bajar de la bicicleta, le ordenó callarse y luego lo invitó a que se hiciera con otro grupo de ciclistas que estaban inmovilizados.
Luego de permanecer alrededor de 20 minutos en ese estado los ladrones se llevaron los celulares, el dinero y los documentos. Después pincharon las ciclas de los ciudadanos, pues no tenían conocimiento del valor de éstas y se fueron.
Los ciudadanos alegan que al estar detenidos durante ese tiempo no solo fueron atracados sino que también fueron secuestrados. Por eso piden a las autoridades que logren dar con los ladrones para judicializarlos y piden que las autoridades hagan un ejercicio de vigilancia más juicioso para que estos hechos no se vuelvan a repetir.